Política
Ver día anteriorJueves 14 de julio de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Resistencia magisterial

No es una guerra, el sistema se construye con los profesores, afirma director del IEEPO

Recuperar la rectoría de la educación es poner orden, afirma Moisés Robles
Foto
Moisés Robles y José Silva, director y subdiector del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, en una calle de la capital del estadoFoto Jorge A. Pérez
Enviado
Periódico La Jornada
Jueves 14 de julio de 2016, p. 5

Oaxaca, Oax.

Recuperar la rectoría del Estado sobre la educación ha sido una fórmula repetida hasta el cansancio, desde que el gobierno federal dio los primeros pasos de la ahora maltrecha reforma educativa. ¿Qué se entiende por eso?

Moisés Robles Cruz, director del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), tiene su propia versión: Es muy fácil responder en una frase que pongo a nivel Oaxaca, lo que he vivido y me consta: recuperar la rectoría es, palabras más o menos, poner orden en casa.

Acto seguido, Robles, con una carrera en el ámbito policiaco y judicial en el estado y en el gobierno federal, repite el diagnóstico que ha dibujado desde hace un año: encontró un sistema educativo colapsado, sin mecanismos de control ni transparencia.

¿Un modelo educativo? ¿Poner fin al rezago y mejorar la educación de niños y jóvenes? Eso vendrá después. Por ahora, insiste: Poner orden fue algo magnífico y es el fruto más evidente.

A la hora en que Robles pronuncia las palabras anteriores, está por concluir otro día de bloqueos del magisterio en diversos puntos de la entidad y la CNTE está sentada, con la promesa de una mesa educativa, en la Secretaría de Gobernación.

La 22 y su exitosa estrategia de desgaste

La sección oaxaqueña de la CNTE ensayó en este ciclo una forma novedosa de movilización. Con la amenaza de descuentos y despidos, optó por no cerrar las escuelas (aunque un porcentaje indeterminado sí se fue al paro indefinido). Los docentes organizaron turnos y guardias para atender a los educandos y, al mismo tiempo, participar en plantones y bloqueos.

Una estrategia así, admite Robles, nunca se había enfrentado. Para documentar la ausencia de los maestros en las aulas, cuenta, el gobierno de Oaxaca echó mano de toda su estructura, porque el IEEPO no tenía la capacidad para documentar las faltas en tiempo real (y aplicar los descuentos que de ellas derivan).

Con el apoyo del gobernador tuve que echar mano de toda la infraestructura del gobierno del estado.

–Y de padres de familia y autoridades municipales, cuentan acá.

–Sí, de manera paralela, autoridades municipales, ejidales, comités de padres de familia, asociaciones, todos los que me pudieran ayudar a reportar qué pasaba en la vida de la escuela, si abría o no. Fue algo sumamente desgastante, en todos sentidos, económico, de operación. Sin embargo, se puede.

–¿Por qué la 22, a la que se dio por liquidada hace un año, tiene una mesa con la Secretaría de Gobernación?

–Nunca lo he visto como una guerra, por eso no hablaría de liquidar. Siempre dije que esto iba para largo. No podemos verlo como una guerra, porque finalmente el sistema educativo se construye con los maestros.

De teología y policía

–Sus críticos sostienen que usted no acredita experiencia en educación.

–Pude haber sido doctor en pedagogía, pero Oaxaca necesita de mucho pragmatismo y yo traté, con sentido común, de procesar y enrutar la múltiple demanda que traía el magisterio, sin necesidad de tener el marco teórico pedagógico. No se requería de un pedagogo que, detrás de un escritorio, no supiera resolver temas como administrador público.

–No lo ven como administrador, sino como funcionario del ámbito de seguridad: fue agente del Ministerio Público, trabajó en la Secretaría de Seguridad Pública de Genaro García Luna.

–Y eso no tiene absolutamente nada de malo cuando hay resultados. ¿Por qué Lula tuvo a Frei Betto como jefe de asesores en el inicio de su primer cuatrienio, siendo que era un teólogo? No tenía nada que ver con administración de políticas públicas. Sin embargo, tenía una cosa muy importante para Brasil, que para mí es aplicable en Oaxaca: el sentido común y el pragmatismo.

–Pero Frei Betto terminó fuera del gobierno porque, dicen en Brasil, no pudo con el programa Hambre Cero.

–No. Habría que escuchar la versión de Frei Betto, que a los tres años acusó al gabinete de estarse corrompiendo… Él abandonó el barco.

–El secretario Aurelio Nuño decía que la evaluación es sólo una parte de uno de los ejes de la reforma. ¿Cuál puede ser el éxito de una reforma que necesita 3.3 policías por cada maestro que se evalúa?

–Es una manera respetable de verlo. Pero yo veo el número de años que no se habían evaluado los docentes.

La reforma debe ser proyecto común de gobierno y maestros

–El secretario Nuño dijo que nunca dialogaría si antes la CNTE no aceptaba la reforma educativa. Instaladas las mesas, ¿no es un fracaso que el gobierno federal comparte con ustedes?

–Vamos a ver cómo se desarrollan las mesas y me voy a la siguiente pregunta.

–Pues esa era la pregunta central. Pero vamos a otra: cuando el gobierno quitó a los maestros el yugo de la sección 22 –Nuño dixit– era natural pensar que al nuevo IEEPO le sobrarían docentes con talento y experiencia para los departamentos. ¿Por qué tuvieron que traer funcionarios de otros estados? ¿No había en Oaxaca?

–El reglamento del nuevo IEEPO marcó que no deberían tener un vínculo que generara un compromiso. Es un pueblo chico. Fue una decisión muy prudente que gente que no tuviera que ver con la 22 viniera a operar el tema estrictamente educativo. Este era el quid del asunto. Cambios, permisos, etcétera, todo pasaba por ellos, y finalmente la 22 está hecha de grupos y era una manera de control.

–Sus críticos locales afirman que Gabino Cué pasó, en materia educativa, de someterse a la sección 22 a someterse al gobierno federal, que nunca tuvo un proyecto educativo para Oaxaca.

–El proyecto debe ser común, una parte el Ejecutivo y otra parte el magisterio.

–Pero Cué se limitó a firmar el proyecto de la 22.

–Sí, claro, en el tema del Plan para la Transformación de la Educación en Oaxaca (PTEO). Por cierto, cuando ves números, 80 por ciento de los artículos en la ley consensuada está en la legislación vigente del 11 de abril. Pero ya no fue tema de ellos, de sus movilizaciones. A lo mejor un día vuelve a ser y lo van a revisar.

Las tres quincenas y las movilizaciones

–¿En qué porcentaje de las escuelas se puede usted parar?

–Siguiendo la lógica de las escuelas que abrieron, en más de 90 por ciento, pero puedo hablar con muchos maestros que en público no lo hacen por un posicionamiento. Este mediodía estuve reunido con maestros que son gente de peso en la 22, que están en activo, pero que se cuidan, cosa que yo respeto. Hablamos de la mesa (en Gobernación). Me han dicho que están cansados, desgastados, aunque volvieron a tomar oxígeno. Pregunte a los maestros qué va a pasar mañana o pasado cuando les depositen sus tres quincenas.

La versión completa de la entrevista se puede leer en La Jornada en línea.