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Se encontraban graves un español, un sudafricano y un canadiense, dijo el gobierno navarro

Siete lesionados por asta de toro en el segundo encierro de San Fermín

Más de mil personas participaron en la jornada de ayer, que duró casi seis minutos

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Un hombre con un toro de fuego persigue a los participantes por las calles de Pamplona, en el San Fermín de ayerFoto Afp
 
Periódico La Jornada
Sábado 9 de julio de 2016, p. 8

Pamplona.

Seis extranjeros, entre ellos tres estadunidenses, estaban entre los siete corneados de ayer durante el segundo encierro de las fiestas de San Fermín, en Pamplona, España, informó el gobierno regional de Navarra.

Se encontraban en estado grave un español de 58 años, un sudafricano de 73 y un canadiense de 48, según un comunicado de las autoridades. Un estadunidense de 55 años y otro de 23 sufrieron cornadas, pero sus lesiones eran menos graves, informó el gobierno navarro. Un tercer estadunidense, de 46 años, y un indio de 26 sufrieron cornadas de menor gravedad.

El gobierno regional dijo que otras nueve personas fueron llevadas a hospitales por lesiones sufridas durante el encierro. Varios de los seis toros bravos de la ganadería Cebada Gago se separaron de la manada poco después del inicio del encierro a las ocho de la mañana y empezaron a embestir contra todo lo que veían.

La fiesta de San Fermín, que dura nueve días, fue inmortalizada por el escritor Ernest Hemingway en su novela Fiesta, de 1926, y atrae a gran número de turistas extranjeros.

Los participantes corren junto a seis toros de lidia por un estrecho recorrido de 850 metros desde un corral hasta la plaza de toros de Pamplona. Después, los toros enfrentan una muerte casi segura en las corridas de la tarde.

Una participante, la estadunidense Cindi Campbell, de 53 años, la vio cerca cuando cayó y uno de los toros iba tras ella. Un hombre intentó protegerla en el piso mientras su esposo, Marshall Campbell, jalaba a la bestia por los cuernos.

Ésta fue mi primera y última vez, dijo Campbell, contadora de Cave Creek, Arizona, quien sólo se lastimó el pie.

Agregó que ella, su esposo y un amigo veían el encierro del jueves y pensaban que los toros sólo pasarían frente a ellos. El primero así lo hizo, pero el segundo fue tras ella.

Tengo suerte de estar viva, dijo. Aun así, me da gusto haberlo hecho. Porque de no hacerlo, lo habría lamentado.

Otra bestia embistió a un hombre antes de sentirse atraída por otros participantes.

Más de mil personas participaron en el encierro de ayer, que duró casi seis minutos, más del doble de lo habitual. Los astados del encierro del viernes pesaban entre 530 y 650 kilos cada uno.

Los encierros son un elemento tradicional de las fiestas populares del verano en toda España. Decenas de personas resultan heridas en estos encierros, la mayoría en caídas.

Diez personas, entre ellas cuatro estadunidenses, fueron corneados en el festival de San Fermín del año pasado.

En total, 15 personas han muerto de cornadas en las fiestas de San Fermín desde que comenzaron los registros en 1911.