Sociedad y Justicia
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Se requiere de ellos para actualizar las normas, afirma Sergio Sánchez, del IAL

Sin combustibles UBA en todo el país, la tecnología carecerá de estándares más limpios

La mala calidad del aire, principal riesgo ambiental relacionado con enfermedades crónicas, destaca el INSP

 
Periódico La Jornada
Viernes 1º de julio de 2016, p. 39

Mientras no haya combustibles de ultra bajo azufre (UBA) en todo el país –sólo hay en las Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) y corredores industriales– la tecnología vehicular carecerá de estándares más estrictos y limpios, ya que se requiere de ellos para actualizar las normas, señaló Sergio Sánchez, director del Instituto de Aire Limpio (IAL). Los fabricantes venden automóviles para todo el país, no sólo para esta área, apuntó.

Hay rezago, que pudo haberse evitado, y existen países, como Chile, que a escala nacional usan gasolinas o diésel UBA; no se trata de niveles de desarrollo, sino de voluntad para introducir esos combustibles, precisó.

Esos energéticos reducen las emisiones de contaminantes y en el país debieron entrar en la década pasada, pero Pemex se amparó contra la normatividad en la materia.

Lento avance para cumplir disposiciones de la OMS

Desde hace 11 años hay estancamiento de los niveles de contaminación por ozono, pero las normas de calidad del aire para la salud son más estrictas y no se ha avanzado a la velocidad que se requiere para cumplir con los estándares que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), sostuvo Mauricio Hernández, director del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP)

Durante su participación en el Encuentro nacional de respuestas al cambio climático y calidad del aire, se refirió a que las normas oficiales reconocen que la mala calidad atmosférica es el principal riesgo ambiental relacionado con enfermedades crónicas, aunque todavía están por abajo de las recomendaciones de la OMS. En 2014 se actualizaron en lo referente a ozono y partículas suspendidas.

Agregó que en la ZMCM se reportan cada año alrededor de 9 mil decesos asociados con la mala calidad del aire. Vemos que en días posteriores a los que se registraron altos niveles de contaminación hubo más muertes. Aseveró que las concentraciones de contaminantes en el aire bajaron hasta 2005, desde entonces hubo un estancamiento, pero las normas de calidad del aire son más estrictas, no logramos los cambios a la velocidad que quisiéramos.

Para México, diferentes proyecciones indican 20 mil muertes vinculadas a la contaminación atmosférica en todo el país, 9 mil se reportaron en el área metropolitana del valle de México.

Indicó que datos del Banco Mundial reportan que de 18 mil muertes que había por esta causa en 2005 se pasó a 22 mil en 2010. En cuanto al costo económico para el país es cerca de 2 por ciento del PIB, alrededor de 20 por ciento del presupuesto del sector salud.

La calidad del aire no es segura para la salud varios días al año en ciudades de más de 500 mil habitantes, donde el problema ha crecido. Gran parte de las ciudades tienen problemas estructurales que se reflejan en altos niveles de contaminantes, concluyó.