Los obispos de Oaxaca hicieron un llamado a los gobiernos federal y estatal y a los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) a que declaren una tregua general y se sienten las bases para un diálogo propositivo y transparente, con pasos y logros graduales.

Manifestaron su esperanza en que el diálogo entre las partes sea un paso más en el proceso de reconciliación social y que éste no se limite a negociaciones y soluciones pasajeras, sino que esté sustentado en los valores humanos y la justicia social, cimentado en la verdad y que abone a la unidad.

En un comunicado, los obispos de Antequera, de Tehuantepec, de Puerto Escondido, de Huautla y de Mixes señalaron que el diálogo debe generar acuerdos claros y sustantivos para que el comité ciudadano (a petición de la CNTE se creó la Comisión Nacional de Mediación) garantice el seguimiento y cumplimiento de los acuerdos y sea puente de las preocupaciones, urgencias y apoyos de la sociedad; que informe y motive la participación cada vez más activa y responsable de la sociedad.

Los obispos advirtieron que pretender y mantener a toda costa nuestros intereses particulares sobre el bien común es lo que está dividiendo, enfrentando y matando, por lo que pidieron superar egoísmos, cerrar el paso a las corrupciones y a toda violencia.

También demandaron no dividir a la sociedad. Subrayaron que continuar señalando y acusando mutuamente dificultará tender puentes de entendimiento, provocará un México fragmentado y un Oaxaca dividido.

Por su parte, el obispo de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, Felipe Arizmendi Esquivel, propuso que una comisión de diputados y senadores escuche las quejas, objeciones y dudas que los maestros inconformes tienen sobre la reforma educativa, pues todos admitimos que no es integral, que no toma en cuenta contenidos y métodos, sino que sólo es laboral y administrativa.

En un boletín agregó: si el presidente Enrique Peña Nieto regresó al Congreso la ley anticorrupción, porque se lo pidieron los empresarios, lo mismo se podría hacer con algunos aspectos de la reforma educativa, como piden los maestros. ¿Acaso aquellos valen más que éstos?

Arizmendi Esquivel lamentó de corazón los hechos dolorosos de Nochixtlán, Oaxaca, sobre todo las muertes y los heridos que hubo, y aseguró que la violencia y el uso desmedido de la fuerza, vengan de donde vengan, causan mayores estragos.

Mientras, el arzobispo de Acapulco, Guerrero, Carlos Garfias Merlos, pidió que autoridades estatales y el magisterio planteen una solución al conflicto sin afectar a la sociedad.

En su comunicado dominical, Garfias Merlos dijo que ante los hechos ocurridos en Nochixtlán, la diócesis de Acapulco expresa su preocupación ante la incidencia de enfrentamientos que provocan muerte y generan tanto dolor y sufrimiento que entorpecen la tranquilidad de los pueblos.