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Rivera: defender el matrimonio no es discriminar
 
Periódico La Jornada
Lunes 20 de junio de 2016, p. 12

El cardenal Norberto Rivera Carrera afirmó que la Iglesia Católica no fomenta el odio hacia la comunidad gay; defender los principios del matrimonio entre un hombre y una mujer y los derechos de los niños no es discriminar ni perseguir a nadie, sino usar el lenguaje de las sagradas escrituras para llamar mal al mal y pecado al pecado.

En su homilía en la Catedral Metropolitana, afirmó que la semana anterior la Arquidiócesis Primada de México condenó la demencial violencia cometida en Orlando, donde murieron 50 personas y 53 resultaron heridas, por quienes seguimos orando, sostuvo.

En alusión a las críticas y señalamientos de intromisión en el Estado laico por la postura de la jerarquía católica en torno a la propuesta del Ejecutivo Federal para legalizar el matrimonio homoparental, Rivera Carrera dijo: No pidamos, exijamos respeto y tolerancia que con todo derecho los demás nos piden y exigen a nosotros.

Apuntó que denunciar al pecado no es odiar a los pecadores. Subrayó que la Iglesia católica defenderá sus principios y refrendó su postura: Si amamos a alguien tenemos que decirle la verdad, nadie ama a nadie disimulando o usando la mentira, todos tenemos una dignidad única.

Expuso que aunque la Iglesia católica tiene innumerables enemigos, no puede odiar ni condenar a nadie, su propósito es que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.

Su mensaje lo cerró con una frase del filósofo de Güemes: Lo que no es parejo es chipotudo. No hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti.

En un comunicado destacó que lasociedad moderna y democrática es la que está abierta a debatir las ideas en un marco de respeto, diálogo y tolerancia, y convocó a la población a caminar juntos en la construcción de una sociedad fraterna y tolerante.

Defendió el matrimonio heterosexual, refrendó el derecho a la vida desde su concepción hasta su fin natural, el de los niños a tener un papá y una mamá, así como el opinar, a defender y a difundir (los valores de la religión católica) sin que se limite su libertad de expresión, reunión y asociación.