El presidente Enrique Peña Nieto instruyó ayer a los integrantes de su gabinete a trabajar de manera institucional y sin ningún distingo partidista con los gobernadores electos el pasado 5 de junio.

El PRI perdió siete de las 12 gubernaturas en disputa en la reciente jornada electoral, incluidos bastiones históricos y de suma importancia (por el tamaño de su padrón) como Veracruz, con una lista nominal de 5.6 millones de ciudadanos.

El tricolor fue derrotado por primera vez en Durango y Quintana Roo, que junto con Veracruz, ahora serán gobernados por ex priístas (José Rosas Aispuro, Carlos Joaquín y Miguel Ángel Yunes, respectivamente), mientras Tamaulipas será del PAN, igual que Puebla y Chihuahua.

Según un comunicado, el mandatario celebró que en las elecciones del pasado 5 de junio las mexicanas y los mexicanos se expresaran de forma cívica, institucional y pacífica.

Reconoció a los integrantes del gabinete de seguridad por su coordinación con autoridades estatales para que los comicios se desarrollaran sin incidentes mayores.

Peña Nieto también encomendó a los secretarios hacer un uso mucho más eficaz y eficiente de los recursos públicos, así como establecer prioridades en materia de gasto e inversión.Asimismo, los exhortó a consolidar las reformas estructurales, programas y acciones para entregar a la ciudadanía resultados que le impacten positivamente en su día a día.