asta hace unos años las autoridades ambientales de Chile centraban su atención en los altos niveles de contaminación en Santiago; sin embargo, en la actualidad la emergencia se trasladó a ciudades del sur.

La capital chilena se ubica en un valle rodeado de cerros –las cordilleras de Los Andes y de la Costa–, lo cual es un factor determinante para que registre alta contaminación cada invierno austral. Producto de la capa de inversión térmica y la ausencia de vientos, los gases no salen hacia la alta atmósfera y se concentran en la urbe.

Actualmente, la autoridad ambiental comenzó a migrar sus acciones a las ciudades del sur chileno, debido a que tienen problemas de contaminación por el encendido de leña en el periodo comprendido entre el primero de abril y el 31 de agosto de cada año, cuando baja la temperatura.

El ambientalista Gonzalo Bermúdez indicó que antes toda la atención y los recursos financieros estaban destinados a la contaminación de la capital y sus efectos en la salud. Ahora, nos preocupa la situación ambiental en ciudades como Temuco (691 kilómetros al sur de Santiago) y Coyhaique (a 2 mil 280 kilómetros), donde la contaminación es altísima, agregó.

Resaltó que se mide minuto a minuto la contaminación en varias ciudades del sur y se imponen restricciones, como frenar las industrias más tóxicas o recomendar a la población que no haga ejercicio.

Algunos días las concentraciones de partículas de amoniaco, carbono, nitratos y sulfatos superan ocho veces la recomendación de la Organización Mundial de la Salud, con niveles similares a los de Pekín.

Según estadísticas, entre el primero de enero y el 22 de mayo de este año se registraron 180 alertas ambientales.

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