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La humanidad necesita corregirse
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Marçal Aquino (Amparo, São Paulo, 1958)
Periódico La Jornada
Domingo 29 de mayo de 2016, p. a12

Traicionar y actuar sin obedecer al que manda suele desencadenar la muerte de quienes osan transgredir el orden jerárquico de un cártel.

Ese razonamiento permite contrastar la historia de la novela Tu cabeza tiene precio, del periodista y escritor brasileño Marçal Aquino (Amparo, São Paulo, 1958) con El muerto, cuento del argentino Jorge Luis Borges (Buenos Aires, 1899-Ginebra, 1986).

Ambas tramas comparten geografía: Brasil. Con ramificaciones en Paraguay y Bolivia, así como Argentina.

Un piloto que parecía actor de telenovela: alto, fuerte, el rostro bonito, los ojos claros, el cabello largo preso de una cola de caballo figura en la narración de Aquino.

Quien iba a cumplir 30 años, ganaba bien y sin embargo no era feliz, traspasa las lindes de la relación estrictamente laboral con su patrón, un traficante de drogas. Atrevido, enamora a la única hija del capo, una veinteañera.

A ese piloto lo que más le atraía era el peligro, creía que sólo así las cosas valían la pena.

Robar un avión cargado con 42 kilos de cocaína pura, que despega, se desvía de la ruta y aterriza en una pista clandestina de Paraguay, desata una cacería implacable para cobrar esa afrenta.

Los sicarios, hombres prescindibles por su trabajo, tienen la orden de cuidar una persona y encargarse de ella, eufemismos de la palabra matar. Y desarrollan esa encomienda mediante tres fases. La primera implica el reconocimiento del terreno; la segunda consiste en el contacto visual con el blanco, quien pensaba en su enamorada en la tierra y en el aire.

Y la postrera se consuma con sólo apretar el gatillo de sus armas y aniquilar al culpable.

En la narración de Marçal Aquino el amor también pinta, la pasión, pues. La clandestinidad aumentaba todavía más la intensidad erótica entre los dos. Sólo les quedaba esperar.

La confianza, así, era el gran disfraz en el idilio.

El piloto llegaba a una encrucijada; en poco tiempo sería padre.

Ubicado en un hotel de Paraguay por un emisario del capo, la vida del infractor pende de un hilo. Sin embargo, salvado por su amante, ambos emprenden la huida a Brasilia.

En 17 horas el fugitivo cuenta a la Policía Federal todo lo que recordaba: las rutas, las cantidades, los destinatarios de la droga. Protegido tras sus informes, utiliza otro nombre para tratar de burlar el asedio.

Creyéndose lejos del alcance de sus perseguidores, vive en un pueblo, hasta donde los sicarios llegan, acechan y cumplen la orden del capo.

El desenlace es inevitable y la hija del traficante de drogas clama venganza.

La humanidad tiene que corregirse, rememora un sicario que alguna vez escuchó esa expresión.

Título: Tu cabeza tiene precio

Autor: Marçal Aquino

Traducción: Lourdes Hernández Fuentes Editorial: Océano

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Número de páginas: 179

Al borde de la cornisa

Cuatro voces reconstruyen, a la distancia, la noche en que inmersos en el despertar sexual de adolescentes franquearon la entrada hacia el territorio del delito.

Uno de los protagonistas pugna por olvidar el horror de algo que empezó justamente con un montón de espermatozoides en la clase sobre el aparato reproductor, en un colegio de varones en Lima, pastoreados por sacerdotes jesuitas. Era una gigantesca olla a presión llena de hormonas.

Fue una época en que Internet no existía y soñábamos sexo. Respirábamos sexo. Desayunábamos sexo, relata.

En esa clase en la que sobre el pizarrón reinaban los enormes dibujos de un pene y una vagina, uno junto a otra, un alumno inquirió a su par: ¿Te pueden contagiar sífilis si te chupan la pinga?

Esa interrogante detonó la furibunda reacción de la profesora frígida, presta a cebarse sobre sus discípulos, a los que deseaba enderezar al tenor de los valores de la decencia y el respeto.

Rebelarse contra las diatribas y el discurso de esa mentora ya no era sólo un acto de indisciplina: era un himno de libertad.

La compulsión masturbatoria, jalarse el pellejo, era parte de la cotidianidad de ese cuarteto de estudiantes.

Ustedes tienen un problema de adaptación social, no de conducta, espeta la profesora, cuya vida era un largo drama sin clímax.

Los desencuentros alumnos-maestra no menguaban y una noche, reunidos en la cima de un cerro, los cuatro escolares decidieron la suerte de quien, creían, los hostigaba sin ningún fundamento.

Emprendían así una carrera hacia el abismo, entre el desastre y el caos.

Los cuatro privan de la libertad a la profesora, en casa de ésta. Uno de ellos es el novio de la hija de su enemiga.

Estamos al borde de la cornisa, el edificio está temblando, afirma otro.

En un contexto de creciente violencia urbana en la capital peruana, ellos no aciertan a definir su proceder respecto de la cautiva. Al ponernos unos contra otros, habíamos perdido la batalla. Todas las batallas.

La profesora era un baluarte de la educación en ese colegio, defiende el director del plantel a manera de requiem, un puntal de la disciplina que todo joven debe adquirir y ejercer, un espíritu entregado a la formación de los hombres que necesita el porvenir de Perú.

Y en legítima defensa, nada es delito, asume como expiación uno de los protagonistas.

Título: La noche de los alfileres

Autor: Santiago Roncagliolo

Editorial: Alfaguara

Número de páginas: 408

Texto: Ángel Bernal

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