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Marcela Lobo inauguró su exposición Cuerpos vibrantes en el Museo José Luis Cuevas

Artista incursiona en el collage para crear historias que roba de su inconsciente
Foto
Maniquíes en movimiento, 2013, obra de Marcela Lobo, quien por primera vez se aproxima al cuerpo humano. Esos objetos expresan la esencia de lo que somos o queremos ser y no nos hemos atrevido, dijo durante un recorrido con representantes de la prensaFoto Enrique Macías Mart/cortesía de la artista
 
Periódico La Jornada
Sábado 30 de abril de 2016, p. 5

Mucho del quehacer de Marcela Lobo (CDMX, 1959) tiene por punto de partida un sentido lúdico. Siempre me divierto cuando trabajo en mi obra, afirma la artista y refrenda ese proceder en la muestra Cuerpos vibrantes, inaugurada la noche del miércoles en el Museo José Luis Cuevas.

Por vez primera explora el cuerpo humano e incursiona en el collage como herramienta para construir historias que roba de su inconsciente inusitado, según explicó durante un recorrido con representantes de la prensa.

Éste se desarrolló momentos antes de la inauguración formal, acto encabezado por el titular de la Secretaría de Cultura federal, Rafael Tovar y de Teresa, y la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), María Cristina García Cepeda, así como la titular del museo Cuevas, Beatriz del Carmen Bazán.

Parteaguas

Integrada por 55 piezas, divididas en dos núcleos, la exposición se inscribe en las celebraciones por el 85 aniversario del nacimiento del pintor José Luis Cuevas y los 25 años de ese espacio museístico.

Arte objeto, collage y acrílico son las técnicas utilizadas por Marcela Lobo en ese conjunto de obras, el cual se mostró en Yucatán y Tijuana, además de Los Ángeles, California.

La primera sección de Cuerpos vibrantes está integrada por 30 pinturas, que incluyen collage y acrílicos.

Destaca el uso del color rojo, así como el azul, además de ser el parteaguas para una nueva exploración artística en la trayectoria de la creadora, pues habitualmente pinta bodegones.

Es la primera vez que la artista tiene una aproximación al cuerpo humano, lo cual hizo mediante maniquíes y eso responde a que, desde su perspectiva, esos objetos expresan la esencia de lo que somos o queremos ser y no nos hemos atrevido.

Propuesta lúdica

El segundo núcleo de la exhibición está formado por 25 cajas de arte objeto que reúnen diversas historias relatadas por chácharas o cosas de segunda mano que Marcela Lobo ha recolectado en diversos viajes y visitas a mercados.

Son objetos de diversa naturaleza que muchas personas podrían considerar desechos o basura, pero que merced la imaginación y la sensibilidad de la artista y su inclusión en otro contexto adquieren un valor narrativo y la dimensión de arte.

Predominan entre esas piezas una serie de muñecas antiguas, que fueron el juguete preferido de la creadora en su infancia.

En particular, sobresale una de origen francés cuya primera propietaria la tuvo consigo en los años de la Segunda Guerra Mundial y, con el paso del tiempo, debió venderla por apremios económicos.

En su conjunto, esta muestra está determinada por un sentido de juego y afán de divertirse, y lo más importante es que cada espectador puede armar su propio universo, adelantó la autora.

La exposición Cuerpos vibrantes, de Marcela Lobo, concluirá el 12 de junio en el Museo José Luis Cuevas (Academia número 8, Centro Histórico).