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De nuestras Jornadas

¿Y la calidad educativa?

A

diferencia del pasado, cuando una proporción significativa de la disidencia magisterial zacatecana no apostaba por las elecciones como vía para el cambio social y orientaba sus principales esfuerzos a conquistar la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, a partir de la alternancia en el Ejecutivo en Zacatecas, en 1998, ya no se escuchan esas voces y muchos maestros participan inclusive como candidatos en distintos partidos políticos; sin embargo, ese cambio de orientación de la acción política magisterial y la caída política y el encarcelamiento de la lideresa Elba Esther Gordillo no han generado cambios sustanciales en la calidad de la educación, ni en la composición política de la dirigencia de la sección 34 que agrupa a los maestros federales. De 1998 a 2010, varios maestros y profesionales asumieron cargos directivos en el sector educativo, pero no tuvieron condiciones para encabezar una reforma educativa digna de ese nombre. El regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al gobierno del estado, en 2010, propició el retorno del gordillismo a la Secretaría de Educación de Zacatecas y el fortalecimiento de la coalición PRI-Nueva Alianza, mientras el movimiento democrático sigue disperso en el campo electoral y en el gremial.

En esa correlación de fuerzas parece que no tiene espacio ni viabilidad la demanda de una profunda reforma educativa, mientras las distintas facciones han colocado en el centro del debate la reforma laboral –que no educativa– impuesta por una parte del empresariado e implementada por el gobierno de Enrique Peña Nieto. El debate político electoral en el sector educativo se ha reducido. Nadie habla de la reforma necesaria para garantizar que la educación popular tenga la calidad que se requiere.

Sería importante que el Instituto Estatal Electoral de Zacatecas convocara a los aspirantes a la gubernatura a debatir los problemas educativos, de manera que todos los trabajadores del sector tengan oportunidad de conocer los proyectos integrales y, de esta manera, su voto se sustente en juicios y razonamientos complejos.