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El IMSS y los estudiantes de Medicina de la UNAM
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esde hace más de tres décadas, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aplica el examen médico automatizado (EMA) a todos los alumnos de nuevo ingreso. Esta prueba permite valorar el estado de salud física y mental, el estilo de vida y el ámbito familiar; es decir, deja ver el grado de vulnerabilidad y daño a la salud de la población universitaria.

La población estudiantil que ingresa a la Facultad de Medicina de la UNAM es joven y con el mayor desempeño académico, por lo que se esperaría que cuente con las mejores condiciones de salud física y mental, así como estilos de vida saludables. Sin embargo, los resultados del EMA muestran que uno de cada cuatro aceptados presentó vulnerabilidad alta: alrededor de 24 por ciento tiene sobrepeso u obesidad; casi 7 por ciento hipertensión y 5.4 por ciento diabetes; cerca de 10 por ciento consume alcohol; 2 por ciento presentó embarazo no deseado; 1.4 violencia sexual, y 1.2 violencia familiar.

Las cifras son motivo de preocupación debido a que se trata de la población estudiantil encaminada a velar por la salud de millones de mexicanos. La salud de la población universitaria se debe preservar, ya que constituye la semilla de la intelectualidad del país y es la masa crítica sobre la cual descansará la toma de decisiones trascendentes para el desarrollo nacional.

Ante esta situación, la Facultad de Medicina ha creado programas para orientar a los estudiantes a mejorar sus estilos de vida, así como a combatir a las adicciones y a proporcionar apoyo médico siquiátrico. No obstante estos esfuerzos, nuestros recursos son limitados para hacer frente a todas las necesidades de atención sanitaria de esta población.

Cuidar la salud de los universitarios no es tarea que competa sólo a las universidades del país; principalmente es responsabilidad del Estado, plasmada en el compromiso nacional para atender a los estudiantes de los niveles medio superior y superior desde 1998, mediante decreto presidencial. No obstante lo anterior, el grado de cobertura no ha alcanzado la universalización, por lo que en diciembre de 2015 el Consejo Técnico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tomó la medida acertada de aprobar las reglas para incorporar a los estudiantes de las instituciones públicas al Seguro de Enfermedades y Maternidad. Con ello, se instruye a las instancias del IMSS a establecer las disposiciones necesarias para la correcta aplicación de las reglas citadas y hacer una realidad el decreto presidencial.

El resultado: al día de hoy se han logrado incorporar más de 3 millones de estudiantes. La meta expresada por el Ejecutivo: incorporar para el mes de agosto a la totalidad de la población estudiantil de los niveles citados, esto asciende a cerca de 7 millones, logrando así el aseguramiento universal en salud para este segmento de la población nacional.

Cumplir con este compromiso es un reto singular para el IMSS en materia de prestación de servicios en cuanto a la capacidad operativa para atender la demanda de los estudiantes. El director general del IMSS, Mikel Arriola, ha señalado que esta institución tiene la capacidad para hacer frente a esa demanda y que antes de que concluya la administración actual se construirá un total de 40 unidades de medicina familiar y 11 hospitales. Asimismo, ha señalado que el aseguramiento de los estudiantes incluye atención de primero, segundo y tercer niveles, así como medicamentos y hospitalización, es decir, se trata de un seguro de salud completo e integral.

Dada la serie de acontecimientos antes descrita, la Facultad de Medicina se congratula por estas medidas que garantizarán la atención sanitaria de sus alumnos de licenciatura. Sumaremos esfuerzos con el IMSS estableciendo acciones sinérgicas que ayuden a mejorar la salud de nuestra población estudiantil.

Una de las cosas que más ocupa a la Dirección de la Facultad de Medicina es proveer a la sociedad de profesionales física y mentalmente sanos, así como con valores éticos que les permita atender a la población mexicana con la calidad que merece.

Deseamos reiterar que el seguro social médico para la población estudiantil de nivel medio superior y superior es una buena inversión para el país. Los alumnos podrán cuidar mejor su salud, incorporando medidas de prevención y estilos de vida sanos. La mayor ganancia social de estas medidas es sin duda contar con profesionales de la salud con una mejor calidad de vida.

* Director de la Facultad de Medicina de la UNAM