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Las emociones, productos culturales con función social, sostiene experta
 
Periódico La Jornada
Jueves 31 de marzo de 2016, p. 2

Oliva López Sánchez, profesora de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, de la Universidad Nacional Autónoma de México, ofreció una charla, titulada De las emociones como categoría sicológica a las emociones como categoría sociocultural, como parte del programa Conferencias y Premios de Investigación de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).

La también doctora en antropología social reconstruyó genealógicamente el concepto emoción, el cual nació en el siglo XIX y se ha ido transformando y resignificando con el tiempo. La categoría nació por la necesidad de explicar las funciones orgánicas de la mente. Se le vio como opuesta a la razón, de una naturaleza irracional, corpórea, inconsciente e impulsiva hasta que en discusiones con la filosofía y las ciencias cognitivas se definió como un tipo de cognición, como un razonamiento del cuerpo.

En la década de 1980 las ciencias sociales y humanas recuperaron las emociones desde una concepción fuera de las coordenadas de la biología y la sicología, para ser concebidas como productos culturales con funciones sociales, señaló la coordinadora de la Red Nacional de Investigadores en el Estudio Socio-Cultural de las Emociones.

Conocer origen y delimitar aplicaciones

En el aula magna de la FES Iztacala, López Sánchez planteó que el concepto se puede utilizar en el ámbito sociocultural, pero se requiere conocer primero su origen, después delimitar sus aplicaciones en lo sicológico y reconocer cuáles son los elementos que sí se pueden retomar para explicar la vida social sin llegar a la sicologización para explicar el mundo cultural.

En el ámbito sociocultural las emociones son una expresión histórica y cultural, por tanto, cumplen funciones sociales en los grupos humanos. Un ejemplo es el miedo como respuesta que inhibe en lo individual, pero en el mundo social tiene un efecto distinto, porque no contiene la acción, señaló.

“Hemos visto en los acontecimientos políticos y sociales recientes cómo el miedo puede ser generador de indignación y de participación social. Hoy día, el discurso político en Europa está impregnado por el miedo al otro debido a la ola de migraciones, pero también ha sido ingrediente en el movimiento de los indignados en España”, resaltó la también integrante de la AMC.