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En reunión de líderes decide dejar la coalición y aclamar a Temer para presidente

Al PMDB le lleva tres minutos debatir y abandonar a Rousseff

La mandataria de Brasil, cada vez más cerca de enfrentar un juicio de destitución en el Congreso

El juez Moro ofrece disculpas al Supremo Tribunal Federal por divulgar conversación de Lula

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Eduardo Cunha, presidente de la Cámara de Diputados de Brasil; Romero Jucá, senador (al centro), y Eliseu Padilha, ex ministro de Aviación Civil, todos del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), tras la votación para abandonar la coalición con Dilma RousseffFoto Afp
 
Periódico La Jornada
Miércoles 30 de marzo de 2016, p. 19

Brasilia.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, perdió este martes a su principal aliado, el centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), alineado mayoritariamente con el vicepresidente Michel Temer, y quedó un poco más cerca de un juicio de destitución en el Congreso.

El directorio del PMDB decidió por aclamación la inmediata salida del gobierno con entrega inmediata de cargos, en una reunión de un centenar de líderes en Brasilia, que duró menos de tres minutos.

¡Brasil presente, Temer presidente!, gritaron los dirigentes leales a Temer, que asumiría el poder si Rousseff, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), es destituida por presunto mal manejo de las cuentas públicas.

El pedido de juicio político contra Rousseff fue presentado por un grupo de juristas a finales de octubre en función del llamado pedaleo fiscal en las cuentas públicas.

La acusación se refiere a actos administrativos que según los demandantes serían incompatibles con la ley de responsabilidad fiscal, pero no apunta indicios de corrupción contra la mandataria, cuyo gobierno asegura que no se incurrió en delito alguno.

Rousseff, que tenía en su gabinete siete ministros del PMDB, perdió el primero el lunes: Henrique Alves, de Turismo, quien argumentó que el tiempo del diálogo se agotó.

Una fuente del PT indicó a la agencia de noticias Afp que tres ministros de esos siete podrían decidir quedarse en el gabinete.

En todo caso, la salida del PMDB no estará acompañada de la renuncia de Temer, quien pasaría a ocupar la presidencia en caso de que Rousseff sea sometida a un juicio de destitución.

La partida del PMDB representa un nuevo golpe para la mandataria, quien se vio forzada a cancelar un viaje a Washington, donde jueves y viernes iba a participar en una cumbre de seguridad nuclear.

La oposición socialdemócrata manifestó su disposición a brindar apoyo político a un eventual gobierno de transición al mando de Temer, abogado constitucionalista de 75 años, hasta ahora con poca proyección nacional.

El gobierno de Dilma terminó. La salida del PMDB cierra la tapa del ataúd de un gobierno moribundo, afirmó el líder del Partido Social Demócrata Brasileño, Aecio Neves, derrotado en las elecciones de 2014 ante Rousseff por estrecho margen.

El PMDB tiene la mayor bancada en el Congreso, con 69 diputados y 18 senadores, claves para Rousseff para frenar el proceso de destitución.

Tanto la mandataria como su predecesor Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) denuncian el impeachment como una tentativa de golpe de Estado institucional sin bases jurídicas.

El PT convocó a marchas de apoyo para este jueves.

La principal economía latinoamericana enfrenta una severa crisis que se alimenta de los escándalos de corrupción de la estatal Petrobras y de una recesión de dimensión histórica, a poco más de cuatro meses de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro (del 5 al 20 de agosto).

El caso Petrobras salpica a casi todo el arco político. Lula es investigado por presunta ocultación de bienes; el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, del PMDB, quien rompió con el gobierno el año pasado tras ser imputado de corrupción pasiva y lavado de dinero, tiene 5 millones de dólares en cuentas en Suiza. Los nombres de Temer y Neves aparecen citados en denuncias de otros investigados, aunque ambos niegan cualquier implicación en ese colosal esquema de sobornos.

El impeachment avanza rápidamente y podría concluir hacia mediados de abril si la Cámara de Diputados lo aprueba por mayoría de dos tercios (342 de los 513 diputados) y luego el Senado por más de la mitad de sus 82 escaños.

El gobierno requiere 172 votos (un tercio) en la Cámara de Diputados para que el juicio político sea desestimado, pero tendría hasta ahora 123 votos y necesita otros 49.

Si avanza el juicio, Rousseff sería apartada de su cargo por un máximo de 180 días, hasta que la cámara alta dé el veredicto final, esta vez por una mayoría de dos tercios.

Temer, quien últimamente mantuvo reuniones con Neves, asumiría el poder hasta 2018 con un programa económico liberal que contempla recortes del gasto público y la revisión de programas sociales y del sistema de pensiones.

El gobierno teme que la partida del PMDB arrastre a otros aliados menores.

Tenemos que vigilar cómo (esa decisión) impacta en la bancada de la Cámara de Diputados. Ciertamente habrá un impacto, nuestra expectativa es que sea reducido, expresó Alfonso Florence, líder del gobierno en la cámara baja.

Temer expresó a finales de 2015 su molestia con Rousseff por su desconfianza en el PMDB y se quejó de ser tratado como un vicepresidente decorativo, que perdió todo protagonismo político.

Lula, también sometido a intensa presión judicial por la trama de corrupción en Petrobras, fue nombrado este mes jefe de gabinete de Rousseff, en un intento por reconstruir la alianza herida, pero su designación fue bloqueada por tribunales.

El PMDB no ha presentado candidato a la presidencia desde 1994, y desde entonces ha apoyado a gobiernos liberales, izquierdistas y socialdemócratas. Pero ahora parece decidido a cambiar de estrategia.

Desde 2003 la alianza con el gobernante PT incluyó apoyo en el Congreso y la vicepresidencia en los cuatro periodos: los dos mandatos de Lula, cuando el vicepresidente fue José Alencar, y los dos de Rousseff, que asumió en 2011 y lleva poco más de un año de su segundo gobierno con Temer.

Van por algo grande: analista

El PMDB no es un aliado ideológico (del PT), sino un aliado de cargos. Si desiste de esos cargos, es porque está atrás de algo grande en el futuro, señaló Everaldo Moraes, especialista en Ciencias Políticas de la Universidad de Brasilia.

Mientras, el juez Sergio Moro ofreció disculpas al Supremo Tribunal Federal (STF) por haber divulgado grabaciones de parte de una conversación telefónica entre Lula y Rousseff.

El STF decidirá este jueves si Moro, magistrado de primera instancia de Curitiba a cargo de las investigaciones sobre el megaescándalo de Petrobras, conserva la potestad para seguir investigando al ex mandatario.

El diálogo telefónico difundido fue considerado por la oposición una prueba de que el nombramiento de Lula en el gabinete apuntaba sobre todo a librarlo de la justicia ordinaria y de una eventual orden de arresto.

Indignados, miles de brasileños salieron a las calles y dos días después un magistrado del STF suspendió el nombramiento de Lula en el gabinete, que debe ser discutido en el pleno del organismo la semana próxima.