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Uno de los atacantes fabricó los explosivos para ambas acciones, asegura la fiscalía belga

Vinculados, atentados en Bélgica y Francia
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Bajo la lluvia, miles de personas se reunieron ayer en Bruselas para rendir homenaje a las víctimas de los ataques del pasado día 22Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Sábado 26 de marzo de 2016, p. 17

Bélgica.

La fiscalía belga confirmó ayer que uno de los atacantes suicidas en el aeropuerto de Zaventem, donde murieron el martes 31 personas y 300 resultaron heridas, era Najim Laachraoui, ciudadano belga, vinculado con Salah Abdeslam, sospechoso de los atentados en París del 13 de noviembre, quien fue detenido el viernes pasado.

Laachraoui, de 24 años, construía bombas y fabricó tanto los chalecos explosivos que estallaron en París como los de los atentados de Bruselas, publicó este viernes el diario The New York Times, lo cual evidencia que ambos ataques están relacionados. Al menos 11 sospechosos de estar vinculados con los bombazos fueron arrestados en Bélgica, Francia y Alemania.

El ADN de Laachraoui, quien murió al perpetrar el atentado en el aeropuerto de Bruselas, fue hallado en un chaleco explosivo y en un trozo de tela utilizado en el ataque contra la sala de espectáculos Bataclan de París, así como en un artefacto usado en el estadio de Francia.

Fue también la persona que alquiló con una identidad falsa una casa ubicada en Auvelais, localidad francesa, y otra en Bruselas, utilizada por la red terrorista de París.

Las imágenes de las cámaras de seguridad del aeropuerto de Bruselas difundidas el martes por la policía muestran a Laachraoui junto con dos cómplices.

Uno de ellos fue identificado como Ibrahim el Bakraoui, quien se hizo estallar en la terminal aérea. Su hermano Khalid fue el responsable del atentado perpetrado en la estación del metro de Maelbeek.

La fiscalía confirmó que Laachraoui viajó a Siria en 2013 y utilizó la identidad falsa de Soufiane Kayal en la frontera austro-húngara cuando regresaba en coche desde Budapest el 9 de septiembre pasado, junto con Salah Abdeslam y Samir Bouzid.

Los hermanos Bakraoui nacieron en Bélgica y son hijos de migrantes marroquíes. Ibrahim figuraba en una lista de terroristas de Estados Unidos desde antes de los ataques de noviembre en París, informó el viernes la cadena CNN. También fue detenido en Turquía y deportado a Holanda por actividades pro yihadistas. El gobierno de Ankara sostuvo en días pasados que había notificado de ello a las autoridades belgas, por lo cual las autoridades de la nación tuvieron que admitir que no se hizo caso a la advertencia.

La omisión provocó que el jueves el ministro del Interior, Jan Jambon, y el de Justicia, Koen Geens, presentaran sus renuncias, pero el primer ministro Charles Michel les pidió que permanecieran en sus cargos.

Además, la fiscalía indicó que los tres suicidas de Bruselas ayudaron a Abdeslam, durante sus cuatro meses de fuga, a permanecer en la clandestinidad.

La autoridades aún deben identificar al tercer atacante del aeropuerto, quien usaba gorro y chamarra clara. Éste llevaba en un bolso la carga explosiva más importante, la cual no alcanzó a estallar. Se cree que el hombre huyó del lugar. Extraoficialmente se le ha identificado como Mohamed Abrini, amigo de la infancia de Abdeslam, relacionado también con los atentados de París, publicó este sábado el periódico The Independent.

De acuerdo con el diario británico, los yihadistas iban a detonar cinco y no tres maletas con explosivos en la terminal aérea belga, pero como dos valijas no cupieron en la cajuela del taxi que los trasladó fueron dejadas en el departamento de los atacantes, ubicado en el barrio de Schaerbeek, que más tarde cateó la policía.

En horas recientes en Bélgica, Francia y Alemania, al menos 11 sospechosos de participar en los atentados en Bruselas y París han sido detenidos.

Tras las redadas y capturas, el presidente francés, François Hollande, afirmó que la red que cometió los atentados en París y Bruselas está en vías de ser aniquilada, pero advirtió que hay otras que constituyen una seria amenaza.

El secretario de Estado estadunidense, John Kerry, quien llegó a Bélgica para apoyar a los europeos en su lucha contra el yihadismo, informó que dos estadunidenses fallecieron en los ataques de Bruselas.

“En el pasado, las voces en Europa decían ‘soy estadunidense’. Ahora digo: “Je suis bruxellois” (soy bruselense) e “Ik ben brussel”, expresó Kerry en francés y flamenco. Recordó la solidaridad expresada por Europa luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

Dos personas que protestaban contra la visita del funcionario estadunidense fueron detenidas.

Tras la reunión de Kerry y el primer ministro belga, Charles Michel, Bruselas anunció que estudiará extender su apoyo a la coalición internacional liderada por Estados Unidos contra el Estado Islámico y que su país volverá a enviar aviones de combate F-16 para atacar posiciones del EI en Irak.

Por otra parte, centenares de personas acudieron ayer a la plaza de la bolsa de valores, convertida en memorial a las víctimas, mientras la identificación de los fallecidos, hasta ahora de nueve nacionalidades, continúa siendo lenta.

El joven mormón estadunidense Mason Wells, quien sobrevivió a los atentados de Boston y París y resultó herido en las piernas y la cara en el aeropuerto de Bruselas, se considera muy afortunado.

La estación central de trenes de la localidad de Bonn permaneció cerrada este sábado durante dos horas por una amenaza de bomba, la cual resultó falsa, informó la policía local.