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Un fracaso, la cada vez más frenética campaña por frenar la carrera del multimillonario

Clinton y Trump ganan Arizona; Sanders podría llevarse la victoria en Idaho y Utah
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 23 de marzo de 2016, p. 29

Nueva York.

En las tres contiendas electorales celebradas este martes se jugaba el destino incierto y cada vez más precario del Partido Republicano ante su hasta ahora fallido intento por frenar a Donald Trump, mientras del lado demócrata su precandidato insurgente Bernie Sanders buscaba resucitar su campaña por una revolución política después de sus derrotas la semana pasada.

Este martes se realizaron elecciones primarias en dos estados para los republicanos: Arizona y Utah, y en tres del lado demócrata, los dos citados, más Idaho. Arizona es el premio mayor para ambos lados, donde el voto latino (27 por ciento del electorado estatal) y el antinmigrante juegan un papel clave.

Los republicanos

Trump ganó Arizona esta noche, donde su aliado más poderoso es el sherif Joe Arpaio, figura emblemática de las fuerzas antimigrantes de este país. Él es un poco como yo. O yo como él, comentó en entrevista con The Guardian al elogiar a Trump.

Trump ha dado a entender que sus políticas como presidente sobre migración serían las definidas por Arpaio.

Pero en Utah, al cierre de esta edición, estaba ganando el senador ultraconservador Ted Cruz, quien se destaca en competir con Trump en quién es más antimigrante y más islamofóbico. En Utah, Trump no es querido entre los mormones, que son más de 60 por ciento de la población. El tercer precandidato republicano aún en batalla, después de su triunfo en su estado de Ohio, la semana pasada, es John Kasich, quien quedó en tercer lugar en ambos estados.

La cada vez más frenética campaña de la cúpula republicana por frenar a Trump –invirtiendo millones de dólares para favorecer a sus contrincantes el senador Ted Cruz y el gobernador John Kasich, o en propaganda anti Trump– sigue fracasando. Con ello, casi toda la cúpula, los multimillonarios y agrupaciones conservadoras tradicionales que desean descarriarlo se están resignando a una última batalla: anularlo en la convención nacional del partido.

El panorama para los republicanos sigue oscuro; algunos pronostican que esto podría culminar con una convención negociada (la última fue en 1948) donde se intentará derrotar finalmente a Trump, pero que podría dañar severamente –algunos incluso hablan de destruir– al partido. Trump ha generado mayor participación de las bases en esta fase de la elección e insiste en que esa gente no tolerará un escenario en el que él llega con más delegados que los demás pero es negada la corona.

Los demócratas

En la pugna entre demócratas, Hillary Clinton derrotó a Bernie Sanders en Arizona, pero el senador encabeza las preferencias en Utah y Idaho (aún no llegaban los resultados al cierre de esta edición), donde se espera que ganará. Sin embargo, la derrota en Arizona lleva a Sanders al borde de tener que aceptar que no podrá alcanzar a Clinton en esta carrera, pero si obtiene los dos triunfos esta noche, prolongará su insurgencia contra lo que recientemente llamó la “candidata del establishment”.

Después de derrotas en los cinco estados en juego el pasado martes, la derrota de Sanders este martes en Arizona alimentará la narrativa de la campaña de Clinton y buena parte de la cúpula del partido, de que su campaña insurgente ya no tiene posibilidades de superar a la de su contrincante.

Sin embargo, Sanders ha indicado que se mantendrá en el proceso, y estrategas dentro y fuera de su campaña señalan que las contiendas en los estados que siguen –que incluyen Hawai, Washington, Alaska y Wisconsin– en las próximas semanas favorecen a Sanders, por ahora.

Mientras tanto, los atentados en Bélgica la mañana de este martes provocaron reacciones de los cinco precandidatos presidenciales, que condenaron los ataques y ofrecieron un abanico de respuestas, desde mayor coordinación internacional hasta el uso de la tortura.

Trump reiteró su posición antimigrante al advertir: “tenemos que ser muy cuidadosos… de a quién permitimos ingresar a este país” y respaldó el uso de la tortura para obtener información sobre terroristas. Cruz propuso que las autoridades de seguridad pública tengan poderes para hacer patrullajes y asegurar barrios musulmanes antes de que sean radicalizados.

Clinton afirmó que los ataques no minarán los valores democráticos de la alianza europeo-estadunidense, y pidió unidad en el esfuerzo para derrotar al terrorismo. Sanders dijo que el atentado es un recordatorio que la comunidad internacional tiene que unirse para derrotar a Isis. Este tipo de barbarie no puede continuar.

Cuba no figuró en las contiendas de este martes, algo notable en el día en que un presidente estadunidense había estado en La Habana. De hecho, sólo Cruz –cuyo padre es cubano– ha tratado de elevar el tema, criticando este martes a Obama por ir a partidos de beisbol con los Castro después de los atentados en Bruselas.