Al recibir este miércoles el nombramiento que lo convirtió en profesor emérito de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el físico Eduardo Piña Garza sostuvo que es necesario reconocer la labor de los docentes de esta casa de estudios.

Siento a veces que quizás muchos más merecen estar aquí. Hace falta que se les proponga y que se haga todo el esfuerzo que se ha hecho conmigo para que se les reconozca, dijo.

En sus 41 años de existencia, la UAM sólo ha dado esa categoría a una docena de maestros.

Integridad, solidez y compromiso

En octubre pasado, el Colegio Académico de la universidad decidió dársela a Piña Garza, quien fue propuesto por el Consejo Divisional de Ciencias Básicas e Ingeniería, profesores, alumnos y egresados de la unidad Iztapalapa de la UAM, como un ejemplo de integridad, solidez y compromiso universitario; un erudito en el campo de la física y las matemáticas, al grado de colocarse a escalas nacional e internacional de referente para el estudio de la mecánica clásica, mecánica estadística, relatividad y electromagnetismo.

Creo que este nombramiento me obliga ante todo a continuar mi labor, haciendo mi mejor esfuerzo y poniendo mi mayor capacidad, aprovechando mi experiencia, que es una de las armas más poderosas que tengo en este momento de mi vida, dijo el académico, quien nació en 1939.

Asimismo, agradeció a sus colegas que lo propusieron para el nombramiento y al Colegio Académico por otorgárselo.