Guadalajara, Jal.

El titular de la Secretaría de Gobernación (SG), Miguel Ángel Osorio Chong, advirtió que la política de drogas no puede limitarse a ‘‘apagar fuegos’’ y tampoco se puede atacar al narcotráfico sólo con la fuerza, sino con medidas preventivas y de reconstrucción del tejido social.

En su experiencia personal, el funcionario dijo que nunca ha probado la mariguana y ni siquiera sabe ‘‘darle el golpe’’ a un cigarro. Hace algunas semanas el ex secretario de Gobernación durante el sexenio pasado, Fernando Gómez Mont, dijo que sí probó la yerba en su juventud y pese a ello llegó a ser el responsable de la política interna del país.

Durante el cuarto foro regional sobre el uso de la mariguana, en el debate nacional convocado por el gobierno, Osorio Chong dijo que la estrategia mundial para enfrentar el problema de las drogas se encuentra a revisión.

Enfoque preventivo

En este amplio proceso de discusión global hay consenso no sólo de controlar la oferta y la demanda, sino incorporar en las políticas públicas una perspectiva de desarrollo humano. ‘‘Se trata de comprender que la política de drogas no puede limitarse a apagar fuegos, sino que debe propiciar que esos fuegos no se generen’’, subrayó.

En México, dijo, ‘‘hemos transitado de una respuesta puramente de fuerza contra la delincuencia, a una política integral con enfoque preventivo. Esto es ir más allá de reaccionar ante delitos consumados y, en cambio, poner énfasis en disminuir los factores de riesgo de la violencia’’.

Los estudios muestran, comentó el secretario, que el consumo de drogas sí tiende a ser alto entre quienes cometen delitos, pero no puede afirmarse que la comisión del delito sea elevada entre quienes consumen drogas. En todo caso, esta situación exige que el Estado brinde opciones especializadas de rehabilitación para quienes sufren de una adicción.

‘‘Algo distinto es hacer frente a la violencia derivada de la distribución o de los conflictos que surgen entre grupos que buscan mantener control de ciertos mercados’’, señaló.

Subrayó que la venta de drogas no sólo se resuelve con el uso de la fuerza, sino a partir de intervenciones específicas, como el Programa Nacional de Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, actualmente aplicado en 238 demarcaciones donde habitan –dijo– casi 5 millones de habitantes (menos de 4 por ciento de la población nacional). En contraste, la violencia que se origina por la acción del crimen organizado demanda la acción decidida de las fuerzas de seguridad del Estado.

‘‘Pero reitero, para el gobierno el uso de la fuerza no es y nunca será el único eje de la política de drogas’’.

Durante la apertura de este foro, el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, dijo que está en favor de la despenalización de la mariguana. Luego, en conferencia de prensa señaló que se busca una regulación no para el libre consumo, sino para evitar la venta clandestina, el mercado negro y la afectación a la salud de quienes lo consumen.

‘‘Las medidas prohibicionistas no nos han dado resultados. Lamentablemente la adicción sigue creciendo’’. Igualmente dijo que no ha probado la cannabis.

Durante las mesas del foro, especialistas de México y representantes de instituciones de otros países advirtieron de los riesgos de este consumo sobre todo cuando los jóvenes se acercan a mercados abiertos y, por tanto, se ponen en contacto con otras sustancias e incluso pueden ser susceptibles de ser reclutados por grupos criminales.

Ponentes como Jack Cole, de Law Enforcement Against Prohibition, advirtieron que el modelo prohibitivo no reduce la violencia. El quinto y último foro de este debate nacional se realizará el próximo 5 de abril en la Ciudad de México.

Se espera un encuentro de compilación de conclusiones de los encuentros regionales anteriores y un acercamiento o ‘‘postura compartida’’ entre el Poder Ejecutivo y Legislativo en torno al uso de la mariguana.