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Juez transfiere la investigación a la justicia federal tras declaraciones del ex espía Stiuso

Intentan implicar al gobierno de Cristina Fernández en la muerte del fiscal Nisman

Sin aportar pruebas, el ex jefe de la Side señala a grupos kirchneristas o iraníes como responsables

Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 4 de marzo de 2016, p. 22

Buenos Aires.

En una verdadera novela en la cual aparecen viejos espías, jueces y periodistas se convirtió el caso judicial sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman, cuyo cuerpo fue encontrado con un disparo en la cabeza, aparentemente por suicidio, en el baño de su departamento el 18 de enero de 2015 y que ahora es denunciada como una nueva y escandalosa operación política para tratar de acusar al gobierno de la ex presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner y a Irán.

Imprevistamente la juez de instrucción de Buenos Aires, Fabiana Palmaghini, decidió el pasado martes transferir la investigación sobre la muerte de Nisman a la justicia federal al declararse incompetente, después de la larga declaración del que fue durante años jefe de operaciones de la desarticulada Secretaría de Inteligencia del Estado (Side), el agente Antonio Jaime Stiuso. Además Palmaghini acusó a la fiscal Viviana Fein, a la que desplazó abruptamente en diciembre pasado, de no haber escrito correctamente lo que le declaró Stiuso, a pesar de que estaba firmado por el espía.

Stiuso, prófugo después de una declaración ante Fein en febrero de 2015, cuando no dijo nada de lo que asegura ahora, apareció recientemente en Buenos Aires coincidiendo con la llegada de un nuevo gobierno en el país, después de haber permanecido en Estados Unidos sin que nadie lo pudiera ubicar.

La historia que trasciende –según medios locales– es que hizo una interpretación ante la juez Palmaghini durante la extensa declaración que brindó esta semana y señaló que Nisman fue asesinado por un grupo ligado al gobierno kirchnerista. Cuando se le preguntó si el grupo estaba integrado por argentinos o extranjeros, dijo que no sabía, aunque habló de iraníes que podrían haber utilizado el arma que entregó a Nisman el técnico informático Diego Lagormasino a pedido del fiscal, un día antes de su muerte.

El analista Raúl Kollman sostiene irónicamente que si era un comando iraní –como dice Stiuso en su interpretación–, sería imposible que no llegaran preparados con sus propias armas y no utilizando un arma vieja como la que Lagormarsino le dio a Stiuso.

Tampoco pudo contestar debidamente cómo habrían entrado los iraníes al edificio. La hipótesis es extraña. Por lo que dijo el ex agente participaron iraníes, de los que no pudo aportar ni un dato concreto. Ni quiénes son ni cómo entraron al país, ni cómo salieron... O sea, que un comando ultraespecializado usó, de casualidad, una pistola de hace 40 años, señala Kollman.

El propio Fracisco Blanco Bermúdez, abogado de Stiuso, reconoció que no hay pruebas, que fue una interpretación del ex agente.

Para el experto en esta causa, Stiuso declaró a la medida de lo que esperaban el gobierno de Mauricio Macri, la ex esposa de Nisman (la juez Sandra Arroyo de Salgado) y los servicios de inteligencia que aspiran a una venganza contra el kirchnerismo.

Oscar Parrilli, ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) con la que Fernández de Kirchner remplazó a la Side, denunció la noche del miércoles en canal C5N que se trata de una operación montada para acusar a la ex presidenta y otros funcionarios y que Stiuso estuvo protegido por la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

Cuando fue despedido por Fernández de Kirchner, en diciembre de 2014, Stiuso llevaba más de 30 años en la Side y su nombre había saltado muchas veces unido a diversos tipos de operaciones también oscuras. Se confirmó entonces lo que era comentado en muchos medios, que Stiuso trabajaba para la CIA y el servicio secreto israelí, Mossad.

Habían pasado unos dos meses desde su destitución cuando murió Nisman, un día antes de declarar en el Congreso por una denuncia –desestimada después por varios jueces ante la falta de pruebas– presentada por el ex fiscal en la que acusaba de complicidad a la entonces presidenta, su canciller Héctor Timerman y otros dirigentes sociales. Antes de su fallecimiento Nisman llamó desesperadamente a Stiuso sin que éste contestara nunca.

Parrilli negó que el gobierno anterior le haya pedido al ex espía que abandonara la pista iraní para dar con los responsables del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). Afirmó que la ex presidenta nunca se comunicó con Stiuso y aclaró que cuando el miércoles dijo públicamente que el ex espía se cuidara, lo que pedí es que se pusiera una custodia para que no cometa un autotentado, y después se nos esté acusando a nosotros de ello.

Stiuso se comunicó la noche del miércoles con la producción de un canal de televisión cuando hablaba el ex fiscal de las juntas militares (1985) Luis Moreno Ocampo, quien advertía que Stiuso iba a ser investigado por jueces que son amigos de él y que va a actuar como una máquina de amenazar. El ex agente lo encaró por teléfono amenazante y llegó a decirle caradura al juez, mostrando, como se analizó aquí, que tiene protecciones especiales.