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Acabar con el analfabetismo y el hambre, reto de la Sedeso: Amieva

El programa contra la pobreza alimentaria en la capital podría aplicarse en el país, dice

Niega que utilice el cargo de trampolín para llegar a la jefatura de Gobierno

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José Ramón Amieva Gálvez, secretario de Desarrollo Social local, en entrevista fijó la postura sobre sus aspiraciones políticas futurasFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Lunes 29 de febrero de 2016, p. 34

El sistema de atención a la pobreza alimentaria puesto en marcha por el Gobierno de la Ciudad de México es suficiente para atender este flagelo aquí, y por ello podría ser copiado por otros estados e incluso a escala federal, consideró José Ramón Amieva Gálvez, titular de la Secretaría de Desarrollo Social capitalina. Remarcó que el reto es acabar con el hambre y el analfabetismo, así como garantizar a los ciudadanos el acceso a la seguridad social y jurídica.

En entrevista refirió que la instrucción que recibió hace siete meses del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, fue que los programas sociales se ejercieran de manera institucional.

Aceptó que al llegar a la secretaría encontró un gran sistema de avanzada, por medio del cual se atiende a más de 7 millones de personas que de alguna u otra manera reciben apoyo de uno o varios programas sociales. Empero, aclaró, faltaba ordenar todas las áreas del gobierno para actuar de manera ordenada, conjunta y transversal.

Alertó que la situación económica que se vive en el país, derivada de la baja en el precio del petróleo, la devaluación del peso y el aumento en el precio de productos de la canasta básica, como la tortilla, impactarán en el bolsillo de los ciudadanos. Nos preocupa que no tengan el flujo necesario para satisfacer sus necesidades básicas, expresó, y dijo que se buscará que esto no empuje a que las personas que no están en situación de pobreza caigan en ésta o que quienes están no puedan salir.

En su opinión, la pobreza que más afecta y ofende es la alimentaria, y para combatirla se ampliará el número de comedores comunitarios y públicos de 370 a 500. No sólo es un tema de números, sino de eficiencia en el servicio, y que la gente coma con un alcance nutricional y contenido calórico adecuados.

Dijo que (a su llegada) no encontró un documento que indicara cuáles son los criterios para elegir dónde abrir un comedor, por lo que su equipo diseña las reglas.

Con ello, apuntó, se evitará que haya suspicacias de por qué se instalan en tal o cual lugar y no en otro. Los nuevos serán administrados por mujeres, de manera preferente, y se ubicarán en zonas de alta vulnerabilidad y se incorporará a la población migrante y de etnias que están también de tránsito en esta ciudad.

El secretario confió en que a mediados de año empiece a notarse su sello en la operación de los nuevos comedores y en el programa de mejoramiento barrial, con base en otro reglamento, en el que se garantizan derechos como la cultura y el agua, y en el sistema de alerta social.

Sus metas son que los programas sociales sean integrales, poder generar un esquema efectivo que se traduzca en mejores números en cuanto a la reducción de personas que están en pobreza o que evite que haya más, y plasmar en las normas, empezando por la constitución de la Ciudad de México y después por las leyes secundarias, los principios de una política integral coordinada de desarrollo social.

Sobre sus aspiraciones políticas, José Ramón Amieva Gálvez puso énfasis en que no busca promocionar ni a una persona ni a un partido o visión política, sino a una ciudad y a su gobierno. No sería justo ni congruente, por un tema de vocación y convicción, que alguien que tiene una secretaría tan importante pronuncie mensajes o discursos con ese fin, esgrimió.

Negó que utilice el cargo de titular de la Secretaría de Desarrollo Social de trampolín para llegar a la jefatura de Gobierno. Es un tema de superación profesional y cumplimiento de un proyecto, porque he dedicado toda mi vida al servicio público, acotó.

No obstante, apuntó que le encantaría que el mandatario capitalino lo considerara en cualquier proyecto futuro que tenga. Yo soy un fiel, un absoluto y convencido seguidor de Miguel Ángel Mancera y me voy con él hasta el final de los finales, sentenció.