Sociedad y Justicia
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Una relación sexual con un niño es siempre violación, destaca

Llaman a eliminar la vida conyugal infantil; en 26 entidades se permite
 
Periódico La Jornada
Domingo 14 de febrero de 2016, p. 34

El matrimonio infantil en México se permite. En 26 entidades del país las menores entre 14 y 16 años pueden casarse, pues en los códigos civiles se establecen excepciones y dispensas para lograrlo. Y en algunos estados la edad de consentimiento para tener relaciones sexuales va entre los 12 y 14 años de edad, señaló Rebeca Ramos, encargada de Políticas Públicas e Investigación del Grupo de Información en Reproducción Elegida (Gire).

A esas edades, si tienen relaciones sexuales es violación. Aunque ellas lo consintieran, difícilmente lo harían con toda la información y de manera libre. El desarrollo que ya logró una joven de 16 años no es el mismo que tiene una de 12, explicó.

Sin embargo, indicó que si bien hay que establecer límites en la edad legal para tener prácticas sexuales, habría que ver cada caso. Hay diferencias en una pareja de adolescentes que una donde la niña tiene 13 y el hombre 30.

Viven en pareja 23 mil pequeñas

De las mujeres que tienen entre 50 y 54 años, 25 por ciento se casaron antes de cumplir los 18, según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid 2014). Y de las que están en un rango de edad de entre 20 a 25, el porcentaje es de 21.

Eliminar las uniones de niñas reduciría el embarazo adolescente, sostuvo Ramos. Cada año nacen 6 mil niños cuyas madres tienen entre 10 y 14 años, alertó en enero pasado la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol). Más de 23 mil pequeñas de ese mismo grupo de edad ya han vivido en pareja, según información de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).

Ya sea que estén casadas o que vivan en unión libre hay que atender las causas, apuntó la experta de Gire. Y esas pueden ser el acceso a la educación, pero también la violencia en las familias. Muchas veces creen que la mejor salida es salirse de la casa y unirse con alguien. Lamentablemente la mayoría de veces esos patrones de agresión se repiten.