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Inauguró su exposición Tierra de esperanza en el Museo Memoria y Tolerancia

Frente a la violencia y la tristeza podemos hacer un mundo mejor, clama Yoko Ono

No es sólo México, no es sólo Japón o Francia; cada país está sufriendo y tenemos miedo porque el sufrimiento y la destrucción están cerca de nosotros, dijo la artista japonesa

 
Periódico La Jornada
Jueves 4 de febrero de 2016, p. 5

Puede que de repente el teléfono suene y al otro lado de la bocina conteste Yoko Ono.

Así lo propone, al cruzar un laberinto, la obra Teléfono en asombro. Sin embargo, anoche, en la inauguración de su muestra Tierra de esperanza, no fue necesario marcar number 9, number 9, number 9, pues la artista conceptual japonesa estaba presente en el Museo Memoria y Tolerancia.

¡Hay tanta violencia, destrucción y tristeza en el mundo!, dijo al tomar el micrófono desde el balcón del segundo piso, detrás de ella el nombre de la exposición que abriría al público en unos minutos. No es sólo México, no es sólo Japón o Francia. Cada país está sufriendo y tenemos miedo porque el sufrimiento y la destrucción están cerca de nosotros, fueron algunas de sus palabras.

Pero podemos hacer un mundo mejor, alentó Yoko Ono, quien de vez en cuando marcaba al teléfono blanco para saber cómo están en México, país en el que se dijo muy contenta de estar; ustedes son mis hermanos y hermanas.

La semilla de Yoko

La exposición reúne 19 obras de la artista de 82 años, creadas desde finales de los años 60 del siglo pasado hasta la fecha, como la intervención Pintura de color, realizada la noche del martes sobre el muro del museo durante la inauguración. Los quiero mucho!!!, escribió Ono con un pincel desbordado en pintura negra, y luego, con otro en tono rojo, dibujó un corazón.

Las piezas también tienen un reflejo de lo local, como Imagina la paz: piezas de mapas (Imagine peace: Mappiece), en la que se han señalado los estados del país marcados por la violencia, como feminicidios, narcotráfico o asesinatos de periodistas. El público es invitado a estampar un sello como un deseo de paz.

En Resurgiendo (Arising), Ono convoca a las mujeres a enviar una declaración de los daños sufridos por su género. Escribe tu testimonio y envía una foto de tus ojos, son las indicaciones para participar hasta el 29 de mayo, cuando concluirá la exposición en el museo que se ubica en la Plaza Juárez, frente a la Alameda Central.

Una escalera blanca recibe al visitante en la entrada de la sala. Es Pintura del techo o el pintura (Ceiling Painting: Yes Painting), una de las piezas más representativas en la trayectoria de 50 años de Yoko Ono.

Gunnar B. Kvaran, curador de la muestra, detalló horas antes que para la exposición en México decidieron mostrar los trabajos basados en las Instrucciones de la artista, pues en los años 50 y 60 del siglo pasado hablaban de una transformación radical del arte y cambiaron el punto de vista en el objeto del arte y Ono se convirtió en una de las pioneras del arte conceptual.

Afuera del museo, tras los cristales que permiten ver hacia el vestíbulo, una cascada de hilos blancos caen en abanico hasta el suelo. Se trata de Rayos de la mañana/Lecho de río (Morning Beams/River Bed), donde la mañana del martes Yoko Ono se dejó fotografiar antes de participar en una conferencia de prensa.

Y más allá, frente al espejo de agua, unos pequeños árboles se mecen con tarjetitas escritas con deseos de paz, la semilla que Ono quiere esparcir por este mundo que nos da miedo.