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Los asistentes podrán degustar variedades de 12 estados y de ocho países invitados

El tamal, teoría y práctica, en feria del Museo Nacional de Culturas Populares
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Hay extranjeros que no comprenden por qué los comemos en un bolillo o telera. Esto nos viene del pasado. Al degustar un tamal comemos herencia, tradición, dice Rodolfo Rodríguez Castañeda, director del MNCPFoto Notimex
 
Periódico La Jornada
Domingo 31 de enero de 2016, p. 8

El tamal es tan popular que hay quienes han propuesto usarlo como gentilicio en sustitución de defeño: cometamales o comeguajolotas. Bromas aparte, su consumo se da en miles de esquinas de todas las colonias, ya sea solos o en torta, de mole, chile verde o rojo, oaxaqueño o de rajas, que son los más comunes, pura vitamina T, que son el centro culinario y temático de la 24 Feria del Tamal, en el Museo Nacional de Culturas Populares (MNCP) de Coyoacán.

Con más de 40 creadores de tamales, mesas de diálogo y demostraciones, se generarán nuevas perspectivas en el conocimiento y valor de este platillo, hasta el 2 de febrero. Es decir, el tamal, teoría y práctica.

Se pueden degustar variedades de 12 estados de la República Mexicana y de ocho países invitados.

Es tradición que el 6 de enero, Día de Reyes, se comparta una rosca de pan dulce que lleva uno o varios muñecos escondidos. Quienes lo encuentran en su rebanada se comprometen a organizar con una tamalada, acompañada de espumoso chocolate o atole de varios sabores, el festejo del 2 de febrero, Día de la Candelaria. La degustación de esta especialidad gastronómica es un hecho imprescindible en la celebración, por lo que en este contexto productores mexicanos y de países invitados traen gran variedad de tamales típicos a esta ya tradicional feria gastronómica.

Se han registrado más de 370 tipos de tamales; por ello se realizarán mesas de diálogo con los creadores en este género de la gastronomía mexicana, coordinadas por la antropóloga de la alimentación Yuriria Iturriaga, quienes compartirán con el público sus experiencias en el quehacer y la elaboración en sus respectivas regiones. A la par se organizarán conferencias con los investigadores Marcos Buenrostro y Cristina Barros, quienes hablarán del impacto del maíz, sus derivados y productos en la cultura popular de nuestros días.

En entrevista, Rodolfo Rodríguez Castañeda, director del MNCP, informó que algunos tipos de tamales que se pueden conocer y comer son: corunda de Michoacán (variedad de tamal pequeño de forma triangular o hasta de siete puntas); uchepo de Michoacán (de origen prehispánico elaborado con maíz tierno); zacahuil, de la Huasteca (masa de maíz rellena de carnes, vegetales, chiles, frutas, salsas y otros ingredientes); chicatana, de Oaxaca (hormigas que salen sólo en temporada de lluvia); vaporcito, de Yucatán (cochinita pibil en hoja de plátano); amaranto con piña (de Xochimilco); prehispánicos (de acoyote y hierba santa en hoja de maíz)... Cada uno de los tamales tiene su maridaje perfecto: atole de sabores, chololate espumoso o café.

“Esta fiesta es tradicional y de las actividades que organiza el museo es a la que más gente asiste, en todo el año. En la conferencia inaugural, Marcos Buenrostro expuso que el consumo del tamal cubre todo el territorio nacional, más que productos, como la torta y no se diga los tacos. Aquí se puede comer un tamal de mantarraya, que es una verdadera gloria. Hay comentarios sobre los precios. Pienso que es relativo, porque hay creadores de tamales que usan carne de pollos criados por ellos; van por las hierbas en la mañana o madrugada. Es un ritual, una costumbre. No es algo hecho al aventón, un mero negocio.

Hay extranjeros que no comprenden por qué comemos tamales en un bolillo o telera, y más con un atole de maíz. Esto nos viene del pasado. Al comer un tamal comemos herencia, tradición.

La feria permanecerá abierta el martes 2 de febrero, de 10 a 20 horas. La entrada es gratuita. El MNCP se ubica en Av. Hidalgo 289, Del Carmen, Coyoacán.