Opinión
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México SA

Nostalgia por 2015

Promesas y realidad

Misión cumplida (II)

C

on una buena dosis de nostalgia esta columna recuerda que allá por finales de 2014 el inquilino de Los Pinos y su ministro del (d) año se comprometieron a realizar un esfuerzo adicional para que 2015 fuera recordado como el año de la austeridad, del crecimiento económico impulsado por las reformas estructurales, de los ingresos petroleros garantizados por las coberturas contratadas y del cero endeudamiento público adicional.

Lo anterior, precisaban en aquel entonces, era no sólo muestra de la solidez económica del país, sino –especialmente– producto de la responsabilidad con la que manejan las finanzas públicas nacionales en medio de un mundo zarandeado por una crisis que no termina de digerirse ni retirarse (aunque muchos piensan que sólo reculó para agarrar mayor vuelo).

Esos fueron (entre muchísimos más de dulce, chile y manteca) los compromisos asumidos por el dúo dinámico en la antesala de ese magnífico 2015 que prometieron. Sonaba maravilloso, celestial, pero, como dice el clásico, no hay plazo que no se cumpla ni realidad que lo aguante. Y ese año ya concluyó.

¿Qué sucedió en ese paradisiaco 2015? ¿Coincidieron compromisos y realidad? ¿Por fin cumplieron la palabra empeñada? ¿Trascendieron el discurso y lo aterrizaron en hechos?

Pues bien, como se trataba del año de la austeridad, el gasto gubernamental total se incrementó 5.2 por ciento en términos reales, y 5.8 por ciento en términos reales el destinado a servicios personales (léase nómina burocrática); como era el año del crecimiento económico, a duras penas éste fue de 2.5 por ciento, una tercera parte por debajo de lo anunciado originalmente, mientras los positivos efectos de las famosísimas reformas estructurales siguen brillando por su ausencia; como era el año de los ingresos petroleros garantizados, éstos se desplomaron 33 por ciento; y, en fin, como era el año de cero endeudamiento público, el saldo de la deuda del gobierno federal se incrementó 14 por ciento y el del sector público federal 17.5 por ciento.

Entonces, obvio es que cumplidor, lo que se llama cumplidor, el citado dúo dinámico no es. Y todas las cifras y proporciones que se mencionan son de la mismísima Secretaría de Hacienda (a cargo de uno de los prometedores), contenidas en los Informes sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública al cierre del cuarto trimestre divulgados ayer por la propia dependencia del Ejecutivo (o al revés).

Mientras el dúo dinámico rearma su creativo arsenal de discursos, compromisos y promesas, el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Instituto Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, reporta que la globalización de la economía ha impactado en la organización de los mercados regionales, nacionales e internacionales, de tal manera que la generación de empleos y los niveles de ocupación son aspectos que se ven influenciados no solamente por las variables inherentes a los mercados domésticos, el movimiento de capitales a escala mundial.

La relaboración de las cadenas productivas son factores externos que han permeado las relaciones económicas en varios niveles, entre ellas la evolución del mercado laboral. En las décadas más recientes si bien la aplicación de la política económica ha permitido un control de ciertas variables macroeconómicas como la inflación, ésta también ha puesto en evidencia un ritmo lento de crecimiento en la economía mexicana además de los problemas estructurales en cuestión de empleo.

El CIEN detalla que durante el pasado mes de noviembre el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) aumentó 2.7 por ciento a tasa anualizada, medido con cifras originales, por lo que en el acumulado de los primeros once meses de 2015 el IGAE se incrementó 2.5 por ciento con respecto al mismo período del 2014.

Las actividades terciarias (3.3 por ciento) y las primarias (3.2) fueron los principales apoyos para que la economía mantuviera un ritmo de crecimiento positivo a lo largo de 2015; en contraste, el sector secundario exhibió un incremento marginal (uno por ciento) derivado de la recesión en la que se encuentra inmersa la minería, así como por un menor flujo de exportaciones automotrices y una industria de la construcción que ha perdido dinamismo en los últimos meses.

El buen desempeño de las actividades terciarias se basó principalmente en los resultados exhibidos por el comercio y los servicios de transporte que en noviembre pasado registraron un incremento anualizado de 4.1 y 6.6 por ciento, respectivamente, de tal forma que su crecimiento acumulado para ambos renglones (enero-noviembre de 2015) se ubicó por encima de 4 por ciento (4.6 en el comercio y 5.4 en los transportes).

No obstante, otras actividades del sector terciario acumularon cifras menos alentadoras como en el caso de los servicios educativos (0.8 por ciento) y los financieros (1.9), apunta el CIEN.

La variación positiva del comercio refleja los incrementos observados en las actividades comerciales al por menor y al por mayor, las cuales en noviembre pasado exhibieron tasas de crecimiento anualizadas positivas de 5.7 y 4.4 por ciento, respectivamente. Sin embargo, la tendencia del comercio al por mayor reporta una trayectoria a la baja, situación que podría impactar en forma negativa la evolución de la actividad comercial en los próximos meses.

Por otro lado, la tasa de desocupación durante el último mes del 2015 se ubicó en 4 por ciento, ligeramente superior al 3.8 por ciento observado en el mismo mes de 2014. De acuerdo con el CIEN, dicho incremento en la población desocupada se da en conjunto con una menor generación de empleo formal, ya que, según lo detalla la estadística del Instituto Mexicano del Seguro Social, durante 2015 se dieron de alta 644 mil 446 trabajadores en esa institución, lo que representa una caída de 9.8 por ciento con respecto de las alzas registradas en 2014.

Así, concluye el citado centro de investigación, la economía nacional debe exhibir un ritmo de crecimiento más acelerado para atender satisfactoriamente la demanda laboral. Las actividades terciarias por sí solas difícilmente podrán dar el impulso necesario para incrementar el dinamismo económico, más aun cuando el entorno de negocios está permeado de incertidumbre.

Las rebanadas del pastel

De Los Pinos con amor: misión cumplida; lo tenemos; ya liberamos a Moreira.

Twitter: @cafevega