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Quedó al frente del cártel de Sinaloa, junto con los hijos de Guzmán, según funcionarios

Tras la recaptura de El Chapo, ahora el gobierno federal va tras El Mayo Zambada

Ha sabido mantener un bajo perfil, no desata escándalos ni le gusta aparecer en grandes fiestas

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En Sinaloa, la estrategia para ubicar a los líderes del cártel de Sinaloa, entre ellos Ismael El Mayo Zambada, debe cambiar, aseguran funcionarios federales entrevistadosFoto Marco Peláez
 
Periódico La Jornada
Domingo 24 de enero de 2016, p. 6

El gabinete de seguridad nacional replanteará la lucha contra el cártel de Sinaloa y la estrategia para localizar a Ismael El Mayo Zambada García, considerado uno de los narcotraficantes de mayor influencia entre los grupos criminales, revelaron funcionarios federales.

De acuerdo con las autoridades entrevistadas, El Mayo Zambada es quien dirige el cártel de Sinaloa en coordinación con los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán Loera: Iván Archivaldo, Jesús Alfredo y Ovidio Guzmán.

“El compadrazgo que tiene El Mayo con El Chapo Guzmán ha sido fundamental para que no haya una disputa por el control de la organización, la cual se maneja de manera horizontal, con estructuras divididas en células.”

Según los datos obtenidos, El Mayo Zambada, nacido el primero de enero de 1948 en el poblado El Salado, municipio de Badiraguato, Sinaloa, es padre de 11 hijos, seis mujeres y cinco varones; fue padrino de bautizo de Iván Archivaldo, el hijo mayor de Guzmán Loera.

“El lazo religioso es muy fuerte entre estas familias. Incluso a uno de sus hijos menores, Ismael Zambada lo llamó Joaquín en honor a su compadre Guzmán Loera. Esa relación ha mantenido los lazos de liderazgo en el cártel de Sinaloa y ha permitido que pueda ocupar el lugar de dirección que ahora no posee El Chapo.

“A pesar de que es uno de los narcotraficantes considerados históricos de México, ya que se inició en los años 70 en el cártel de Guadalajara, bajo el mando de narcotraficantes como Miguel Ángel Félix Gallardo, El Padrino; Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto, y Rafael Caro Quintero, sus acciones son poco conocidas, no así su influencia y poderío.

“Tras colaborar en el cártel de Juárez con Amado Carrillo Fuentes –fallecido en 1997–, se unió a Guzmán Loera tras su fuga en enero de 2001, y fue uno de los artífices de la actual estructura y desarrollo de la organización, ya que el grupo tenía una especie de mando regional a través de Ignacio Nacho Coronel, Juan José Esparragoza Moreno, El Azul (presuntamente fallecido en 2015), y por supuesto en la cúpula estaba El Chapo”, indicaron las fuentes entrevistadas.

Pero, explicaron, “por ser uno de los capos de la vieja guardia, a diferencia de El Chapo Guzmán, El Mayo ha sabido guardar un bajo perfil en todas sus operaciones, no desata escándalos, no le gusta aparecer en grandes fiestas, y cada tercer día, al menos, cambia su ubicación. Se mueve con poca escolta y a veces se disfraza de viejo para salir de la sierra o de las ciudades.

No se tienen registros de actividades con su familia, aunque en al menos tres ocasiones las fuerzas federales han estado cerca de detenerlo, pero sus mecanismos de vigilancia discreta han dado aviso oportuno de las acciones en su contra, mencionaron las fuentes consultadas.

El gobierno mexicano ha ofrecido una recompensa hasta de 30 millones de pesos para quien aporte datos que lleven a su captura, pero “no ha servido el ofrecimiento. La reaprehensión de Guzmán Loera nos arrojó algunos datos de operadores financieros, puso en conocimiento el apoyo que brindó El Mayo para la fuga en julio de 2015, pero ha sabido cortar los lazos para que no se tenga información exacta de su paradero, por eso se considera que la estrategia para ubicarlo debe cambiar. Él no usa teléfonos celulares, prefiere los mensajes de persona a persona”, concluyeron los entrevistados.