Opinión
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Diálogos con Simplicio N.
C

rónica de una entrevista imaginaria basada en Diálogos sobre dos sistemas del mundo, escrito por Galileo Galilei y publicado en 1632; cualquier similitud con la realidad es sólo coincidencia.

CA: Bienvenido a esta entrevista, don Simplicio, le agradezco haber aceptado nuestra invitación.

SN: Es un placer para mí poder saludar a tu auditorio, pues tengo mucho que contarte de los logros que hemos tenido evaluando a los primeros maestros que se han acercado a nosotros con ese propósito, lo que me lleva a pensar que pronto habremos terminado con todos, perdón, de evaluarlos a todos,

CA: Sólo que para ello, ¿han tenido que utilizar a las fuerzas de seguridad?

SN: Sí, bueno, es que necesitamos protegerlos, porque en algunos casos la evaluación toma mucho tiempo y queremos asegurarnos de que la terminen antes de irse.

CA: Considero que es usted muy optimista. Sabemos que el rechazo a las evaluaciones es muy amplio entre los maestros, que la consideran un riesgo, pero también una humillación.

SN: Lo que piensen los docentes me tiene sin cuidado, para eso sirven las fuerzas de seguridad. Nosotros estamos decididos a seguir adelante, y haremos lo necesario para hacerles cumplir la ley.

CA: Aunque no es mi intención molestarlo, nos han comentado que al llegar los maestros a su examen los revisan y les retiran sus pertenencias, como si se tratara de delincuentes.

SN: Es que no podemos permitir que hagan trampas, pues ya no se puede confiar en nadie.

CA: ¿Y no le apena decir eso, siendo usted el responsable de la educación en nuestro país? ¿Que no ha sido el gobierno el que pone el ejemplo con sus conductas y mentiras? Considero que este es un problema que debiera atender el propio sistema educativo, para mejorar la conducta de toda la sociedad. Pero veamos las cosas desde otra perspectiva: ¿cuál es la razón de estas evaluaciones, realmente?

SN: Necesitamos asegurarnos de que los docentes tengan la capacidad para enseñar correctamente a sus alumnos, a memorizar los que se les enseña.

CA: ¿A memorizar, don Simplicio? ¿Que no sería mejor que aprendieran a razonar?

SN: Es un decir, pero déjeme continuar. Al detectar que un maestro no es capaz de hacerlo correctamente, lo invitamos a que se prepare mejor y le damos dos oportunidades más; si falla en la tercera, pues ni modo, le buscaremos una chamba en otra cosa. Quizás puedan ponerlo de portero o de mensajero, seguro para eso sí sirve.

CA: ¿No le parece injusto que en dos o tres sesiones se defina el futuro de los maestros, señalándoles para el resto de su vida como fracasados, para que sus estudiantes se burlen de ellos, por no estar en condiciones de sostener un diálogo con una computadora? Aun los delincuentes tienen abogados defensores y sus castigos son sólo temporales.

SN: Pues dime entonces, ¿cómo vamos a asegurar que todos los maestros estén capacitados para enseñar?

CA: Considero que la educación es una actividad humana, en la que intervienen las emociones, la voluntad y la empatía, además del conocimiento. ¿No ha visto la película La ladrona de libros? Se trata de un hombre que recibe a una huérfana y le enseña a leer, aun cuando él mismo es analfabeto. ¿Las evaluaciones que ustedes hacen lo habrían declarado apto para enseñar?

SN: Por supuesto que no: eso sucede en las películas, pero no en la realidad. Nuestras evaluaciones están hechas por expertos, por lo que no pueden fallar.

CA: Se trata de un caso de la vida real y la niña terminó siendo una gran escritora.

SN: Entiendo que los personajes de la historia eran alemanes y eso hace la diferencia; los mexicanos son incapaces de hacer algo así. Te repito que nuestras evaluaciones han sido elaboradas tomando en cuenta los avances tecnológicos.

CA: Eso es lo que preocupa; en las evaluaciones, el maestro está sentado frente a una computadora, algo diferente al proceso educativo, que se da entre seres humanos, con emociones, con problemas sicológicos, con actitudes y muchos otros factores, como las condiciones físicas del salón de clases, que no siempre son buenas, hasta el hecho de que los niños lleguen sin desayunar.

SN: Por favor, no me vengas con eso, nuestra realidad ya es otra, afortunadamente. Estamos haciendo un gran esfuerzo no sólo para que las escuelas tengan las mejores instalaciones, sino para que los maestros desempeñen bien su trabajo; el señor Presidente, en su afán incansable, ha creado los mecanismos para que las escuelas estén dotadas de todo lo necesario. ¿Acaso no sabes de los bonos que ha ordenado emitir para mejorar las instalaciones de las escuelas? Además, él ha ordenado la creación de miles de comedores comunitarios para las familias más pobres.

CA: Don Simplicio, nos estamos saliendo del tema, déjeme preguntarle otra cosa: ¿no piensa usted que está actuando injustamente? No puedo negar que hay profesores mal preparados y que algunos han recibido una plaza por presiones sindicales, pero hay muchos maestros que han dedicado su vida a la enseñanza, con buenos resultados. ¿Por qué evaluar a un maestro después de 10 o 20 años de dar clase, sobre todo cuando han mostrado su capacidad con resultados?

SN: Lo que han hecho es secundario para nosotros, lo que estamos haciendo es cumplir con la ley.

CA: Coincido con usted sobre que eso dice la ley, pero en este país hay leyes que no se cumplen. Además, se trata de una ley impuesta por el gobierno del que usted forma parte, sin consultar a los maestros ni a los expertos en educación.

SN: Sí, pero es la ley. Yo sólo la obedezco y es mi responsabilidad hacer que los docentes la cumplan, siguiendo las instrucciones precisas del señor Presidente.

CA: ¿Y no se le ha ocurrido pensar que la Constitución indica claramente que el poder reside en el pueblo y que los miembros del Congreso debieron actuar de acuerdo con la voluntad del pueblo y no del Presidente?

SN: Pues eso lo dirá la Constitución, pero la realidad es otra. Y si el Presidente así lo decide, también puede derogar ese artículo, como lo ha hecho con otros.

Para ver la entrevista completa utilice la liga siguiente: www.galileo2.com.mx/comunidad. Aprovecho este espacio para invitar a mis amables lectores a participar en las consultas nacionales sobre la reforma educativa y sobre el tema de seguridad que se realizan en La Jornada, en www.consultas.jornada.com.mx, así como a la teleconferencia que impartiré el próximo miércoles 27 a las 6 pm sobre La importancia de la filosofía en la vida moderna. La conexión es gratuita, sólo requiere conectarse a www.galileo2.com.mx/conferencia