Luego de más de dos meses de que fue exhumado el cuerpo del estudiante normalista de Ayotzinapa Julio César Mondragón Fontes, a fin de practicarle una segunda autopsia para identificar las causas reales de su muerte, sus restos permanecen en el Servicio Médico Forense (Semefo)de la Procuraduría General de la República, en la ciudad de México, sin fecha prevista para su reinhumación.

Familiares del joven estudiante, cuyo cuerpo apareció sin vida y con el rostro desollado tras los hechos del 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, denunciaron que negligencia y trabas burocráticas han impedido que concluya el proceso solicitado por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), integrado a instancias de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Aunque ya se realizó la segunda autopsia, aún falta practicar al cuerpo una prueba de ADN. En el caso de Julio César Mondragón Fontes, esta prueba no se ha podido llevar a cabo por culpa de la lenta burocracia del Poder Judicial Mexicano. Mucho dicen en instancias internacionales, pero poco cumplen, señala un comunicado de los familiares.

En tanto, Sayuri Herrara, abogado de la familia Mondragón, señaló que aunque el proceso es complejo de explicar, el fondo de esta enorme tardanza se debe a que cada funcionario, ya sea de los gobiernos federal, estatal o del Distrito Federal, ha sido negligente en su actuación, ha cometido errores o ha demostrado falta de voluntad política.

Confirmó que el cuerpo se encuentra en el Servicio Médico Forense de la PGR, en la ciudad de México, en espera de que autoridades del Poder Judicial emitan diversas órdenes para realizar la prueba de ADN que hace falta. Dijo que aunque han presionado para que esto concluya lo antes posible, en un proceso que empezó el pasado 4 de noviembre, todavía no se tiene fecha prevista para reinhumar los restos.

Para realizar el trámite de la identificación por ADN, el juzgado penal 45 del Distrito Federal debía enviar con celeridad los exhortos correspondientes a cada juzgado involucrado en el caso de Julio César Mondragón. No lo hizo. Los mandó vía correo ordinario, el cual puede tardar hasta dos meses en cada envío; tal vez más, denunciaron familiares de Julio César.

Además, señalaron que el funcionario responsable de mandarlo se fue de vacaciones y todavía hoy no es posible localizarlo para, por lo menos, dar seguimiento a la reinhumación del normalista.