Sociedad y Justicia
Ver día anteriorMartes 12 de enero de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Carecen de prestaciones como la seguridad social, señala

Mínimas y desiguales, las labores de las mujeres en la minería: estudio
Foto
La minería también es una actividad para mujeres, afirma Verónica Ruiz (centro), supervisora de la mina Madero, en ZacatecasFoto Notimex
 
Periódico La Jornada
Martes 12 de enero de 2016, p. 34

La minería, una actividad históricamente masculina, ha comenzado a emplear a más mujeres. Sin embargo, con apenas 10 por ciento de representación femenina, que en su mayoría hacen labores administrativas y de limpieza, la división del trabajo aún persiste según el género, señala un estudio de la Fundación Heinrich Böll.

Las trabajadoras, a diferencia de los varones, no forman parte de los sindicatos, por lo que carecen de los mismos beneficios laborales, como prestaciones o permisos para ausentarse cuando sus hijos enferman.

Los riesgos para la salud son altos para ambos sexos, pero en distintos grados y con diferentes manifestaciones, se detalla el análisis Cómo mujeres y hombres enfrentan la minería, realizado por las investigadoras Hilda Salazar Ramírez y Maritza Rodríguez Flores, para el cual se basaron en estudios de cuatro comunidades mineras ubicadas en Oaxaca, Hidalgo y Guerrero.

Ellos sufren más discapacidades a consecuencia de accidentes y exposición directa a los tóxicos, por lo que son cuidados en el seno familiar, sobre todo por las mujeres. Las esposas asumen el rol productivo, debido a la incapacidad del marido o por viudez, además de cubrir su jornada doméstica tradicional.

Existe una percepción, principalmente entre los hombres, de que las mujeres no quieren trabajar en la mina porque prefieren dedicarse a la casa o porque no quieren ensuciarse.

Esos estereotipos son usados para repartir las tareas y responsabilidades en las minas. El nivel académico, el cual es inferior en ellas respecto de los varones, también determina los puestos para los que son contratadas.

En la compañía minera Autlán –que sustrae manganeso a cielo abierto, en Nonoalco, Hidalgo–, las empleadas de limpieza laboran en condiciones de precariedad e insalubridad. Cuando les toca asear la planta, además de realizar grandes esfuerzos físicos, están en contacto permanente con polvo tóxico. Pese a ello carecen de seguridad social, no tienen derecho a los servicios médicos de la planta y devengan los salarios más bajos, indican las investigadoras de la organización Mujer y Medio Ambiente.

Hasta hace unos años en la mina Los Filos, en Carrizalillo, Guerrero, propiedad de la canadiense Gold Corp, sólo contrataban a solteras. Si bien ya admiten a madres de familia, la empresa no otorga permisos por enfermedad de hijos o asuntos escolares.

En otro aspecto, en las comunidades, cuando éstas rechazan los proyectos mineros, como en el caso de Capulálpam, Oaxaca, hay gran participación de mujeres. Pero ni acciones de resistencia las ha colocado como protagonistas plenas con capacidad de intercambiar experiencias, opinar y diseñar estrategias. Su rol se desdibuja incluso frente a ellas mismas.