jornada
letraese

Número 234
Jueves 7 de Enero del 2016




Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus


pruebate



Copa menstrual
Opción ecológica


Desde los años treinta se han desarrollado diversos prototipos para la higiene de las mujeres durante el periodo menstrual, sin embargo, muchos de ellos provocan un gran daño a la naturaleza. La copa menstrual es una alternativa cómoda y de menor impacto ecológico.


Xochitl Celaya Enríquez

Durante siglos, las mujeres de todo el mundo han utilizado desde hierbas absorbentes hasta pieles de animales para mantenerse libres de la excesiva humedad vaginal que provoca la pérdida mensual de sangre, que si bien responde a una situación biológica, requiere hábitos de higiene que permitan realizar las actividades cotidianas de forma cómoda y sin ninguna complicación.

El flujo mensual de sangre, causado por el desprendimiento del endometrio cuando no recibe un óvulo fecundado, ha provocado que las mujeres utilicen esponjas, almohadillas de tela, cojines absorbentes y telas de algodón con la finalidad de evitar que escurra fuera de la zona genital.

Según estimaciones, a lo largo de su vida una mujer menstrúa alrededor de tres mil 500 días. En las últimas décadas, las toallas sanitarias desechables han sido las de mayor uso ya que son fáciles de colocar y retirar, por ello se han convertido en un objeto de uso cotidiano con un impacto negativo en el medio ambiente, ya que en cada ciclo menstrual una mujer puede utilizar hasta 25 toallas o tampones que tardarán entre 150 y 600 años en degradarse.

Para disminuir este daño ecológico han surgido nuevas alternativas. Tal es el caso de las copas menstruales, que son dispositivos reutilizables diseñados para recolectar el flujo de sangre, colocándolos dentro del canal vaginal (de forma similar a como se usan los tampones). Estos pequeños recipientes están elaborados con silicón quirúrgico o elastómero medicinal y tienen un tiempo de vida de entre diez y quince años.

Se requiere de uno o dos meses para acostumbrarse a la copa menstrual; sin embargo, es indispensable que las usuarias conozcan cuál es el modelo más adecuado para su anatomía debido a que el tamaño y textura es diferente para cada edad y las necesidades cambian para aquellas mujeres han tenido partos.

Para una higiene óptima en el uso de la copa menstrual se requiere desinfectarla cada 30 días y lavarse bien las manos antes de su colocación, además de que debe guardarse en un contenedor hermético y evitar que exponerla al sol.
Este dispositivo no causa dolor en la colocación, ya que es similar a un tampón. Se utiliza de manera interna: se inserta la copa doblada en la entrada vaginal y se la deja expandir en el interior para recolectar el fluido.

Para todas
A diferencia de los tampones y toallas sanitarias desechables, que requieren cambios frecuentes, este dispositivo brinda mayor comodidad y mejor higiene ya que se puede usar en periodos de seis hasta 12 horas sin riesgo de que se derrame el flujo, pues equivale al uso de tres tampones. Además, es discreta y reutilizable hasta por 15 años.

Debido a que están fabricadas con materiales inocuos como silicón o elastómero medicinal, hay menor probabilidad de rozaduras e irritaciones. No existe riesgo de infección siempre y cuando se mantenga la higiene al momento de colocar la copa y de vaciarla.

Todas las mujeres, sin importar la cantidad de su flujo o la distensión de sus músculos vaginales, pueden utilizar la copa menstrual ya que se fabrica en diferentes tallas que van desde las mini, diseñadas para mujeres de 13 a 15 años, hasta las extra grandes especiales para quienes han tenido partos. Los diferentes modelos pueden almacenar hasta 30 mililitros.

Estos pequeños recipientes tienen diferentes consistencias, unas más suaves para las mujeres que son sensibles y no están acostumbradas a usar métodos internos de absorción. Sin embargo, aquellas que practican algún deporte pueden utilizar copas más rígidas que les brindan mayor seguridad para sus actividades. Son cómodas incluso para las mujeres que no han comenzado su vida sexual ya que existen diversos tamaños y texturas.

Con un cambio cada 12 horas, la copa menstrual se adecua a las necesidades de cada mujer ya que se puede usar mientras se duerme y en cualquier momento del día, incluso si se practica algún ejercicio de alto rendimiento.

De acuerdo con Beatriz Asato, directora de distribución de M Cup México, las marcas como Femmecup y Meluna son supervisadas desde su importación por la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios y se espera que en próximas fechas comiencen a ser fabricadas en México.

La copa menstrual es una alternativa segura y ecológica, ya que además de proporcionar comodidad e higiene para las mujeres en su etapa reproductiva, reduce en gran medida la huella de carbono, esto es, el impacto de la actividad humana del en el medio ambiente.

Además, representa una alternativa económica si se toma en cuenta que su precio oscila entre los 250 y 500 pesos, obteniendo un beneficio de entre 10 y 15 años. Si se calcula el gasto derivado de la compra de toallas sanitarias o tampones durante el mismo lapso, considerando que el paquete cuesta 23 pesos, al año se pagarán 276 pesos, y en una década, dos mil 760 pesos. Una opción para adquirir este producto es la página web www.mcup.com.mx



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