Colonia.

Un centenar de agresiones sexuales cometidas la noche de Año Nuevo en la ciudad de Colonia (oeste) y atribuidas a jóvenes aparentemente de origen árabe han provocado conmoción en toda Alemania, cuyo gobierno condenó la violencia pero mostró inquietud ante la estigmatización de los refugiados. Las agresiones incluyeron robos, tocamientos y amenazas.

La canciller federal Angela Merkel llamó por teléfono a la alcaldesa de Colonia, Henriette Reker, y le manifestó su indignación ante estos actos de violencia insoportables, en tanto líderes políticos intentaban establecer un vínculo entre las agresiones y la presencia de numerosos migrantes en el país.

Este caso, que ha crecido en la medida que se presentan nuevas denuncias, ha conmocionado a todo el país, por la nueva dimensión que implica la participación de más de mil personas que agredieron o protegieron a los agresores, declaró Heiko Maas, ministro de Justicia.

Se trata de una nueva forma de crimen organizado. Habrá que reflexionar sobre ello y pensar en medios para hacerle frente, añadió.

Hasta este martes la policía había registrado 90 denuncias de acoso sexual, robo y al menos una violación. Parto del principio de que habrá más, declaró el jefe de policía de Colonia, Wolfgang Albers.