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Sobrevivió a masacre, torturas y prisión

Fallece Benigno Guzmán, fundador y líder de la OCSS

Rechazó tratamiento oncológico por temor a que lo mataran

Lo ligaron con EPR y ERPI

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Benigno Guzmán Martínez (derecha), activista sobreviviente de la matanza de Aguas Blancas, en 1995, durante un mitin en 2003 en la plaza principal de Coyuca de Benitez, GuerreroFoto Javier Verdín
Corresponsales
Periódico La Jornada
Miércoles 6 de enero de 2016, p. 26

Acapulco, Gro.

El líder campesino Benigno Guzmán Martínez, fundador y uno de los dirigentes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), falleció la mañana de ayer a los 66 años de edad, víctima de cáncer de pulmón.

Bertoldo Martínez Cruz, también fundador de la OCSS, informó que los restos de Guzmán Martínez serán velados en este puerto y posteriormente trasladados a Tepetixtla, en la zona rural del municipio de Coyuca de Benítez, en la región de Costa Grande, donde vivió durante su niñez.

Benigno Guzmán murió en su casa, en la colonia Zapata, ubicada en la periferia de este puerto. El cáncer lo aquejaba desde hacía más de 10 años.

Recuerdo que Benigno estaba enfermo desde que estábamos (recluidos en el penal) en Puente Grande, pero se puso muy mal de dos años para acá. Se puso anémico, dijo Martínez Cruz.

El dirigente de la OCSS era originario del poblado de Otatlán, municipio de San Miguel Totolapan, en la Tierra Caliente de Guerrero, pero su familia se trasladó a la comunidad de Tepetixtla, municipio de Coyuca de Catalán, en la Costa Grande.

Martínez Cruz recordó que desde que Guzmán Martínez, Hilario Mesino, Marino Sánchez y él mismo fundaron la OCSS, en enero de 1985, los gobiernos de Rubén Figueroa Alcocer y Ángel Aguirre Rivero buscaron asesinarlo; lo persiguieron, torturaron y encarcelaron acusándolo de pertenecer, primero, al Ejército Popular Revolucionario (EPR) y luego al Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI).

El 28 de junio de 1995, 17 campesinos de la OCSS murieron y 21 resultaron heridos a balazos por agentes de la policía motorizada estatal en el vado de Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez, cuando se dirigían al municipio vecino de Atoyac de Álvarez, donde participarían en un mitin para exigir fertilizante y láminas de cartón, además de la presentación con vida de su compañero Gilberto Romero Vázquez.

Guzmán Martínez responsabilizó a Figueroa Alcocer de la matanza y el gobernante fue destituido el 12 de marzo de 1996, luego de varios meses de lucha y después de que la difusión de un video demostró que los asesinos eran policías estatales.

Bertoldo Martínez Cruz, dirigente del Frente de Organizaciones Democráticas del Estado de Guerrero, afirmó que el día de la masacre de Aguas Blancas el objetivo era detener y asesinar a Guzmán.

Mencionó que luego de la matanza la OCSS se dividió en cuatro grupos. El 12 de julio de 1995, la facción de la OCSS que apoyaba a Benigno Guzmán y al menos seis organizaciones campesinas fundaron la Unión de Organizaciones de la Sierra del Sur (UOSS).

El 27 de enero de 1997, elementos de la Policía Judicial Federal detuvieron a Benigno Guzmán, acusado de ser cabecilla del EPR, por lo que permaneció tres años en el penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco. Antes, a finales de 1989, militaba en el Partido de la Revolución Democrática, al que renunció.

Pese a que le propusieron que buscara atención en un hospital, incluso en Cuba o en otro país, no aceptó. Temía que el Estado lo asesinara. Siempre fue un luchador social, leal, consecuente, que nunca claudicó, aun en su enfermedad, que fue la que finalmente lo mató.

En junio de 2015, Guzmán Martínez presentó el libro La masacre de Aguas Blancas, 20 años de impunidad, que dedicó a los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos el 26 y 27 de septiembre de 2014.

En el capítulo Amanecer de su libro, Guzmán Martínez escribió: “Por la ventana de nuestra existencia nos asomamos a la vida. Siempre fue una mirada desde la pobreza. Conocimos, porque los vivimos o los vimos de cerca, distintos matices de la injusticia: la falta de empleo, los abusos policiacos y caciquiles, las enfermedades de los pobres, las cosechas mal pagadas, la desnutrición, el analfabetismo, el alcoholismo, las familias desintegradas, la emigración.

Para unos fuimos parte de la estadística de la miseria. Para nosotros, un fragmento más de la existencia concreta de los empobrecidos, siempre luchando por mejorar, por sobrevivir. Tropezando y levantándonos. Allí nació nuestra rebeldía, del vivir diario.

Cuando el 14 de enero de 1994 dimos la primera conferencia de prensa, en la dirección de la OCSS estaban Benigno Guzmán, Marino Sánchez, Hilario Mesino, Gabino Luna, Benito Bahena y Telésforo Luna. Cinco eran de Tepetixtla; venían del proceso de la lucha postelectoral y de la defensa de los bosques, recordó.

Sobre la Organización Benito Juárez, dirigida por su hermano Bartolo Guzmán, escribió: “Fue un fallido esfuerzo que a pesar de contar con muchos recursos del gobierno fue derrotado por la acción colectiva y organizada. A varios de nuestros dirigentes, Héctor Vicario Castrejón (operador político del entonces gobernador Rubén Figueroa y actual diputado local por el Partido Verde Ecologista de México) y otros les ofrecieron tierras, casa, ganado y miles de pesos, a cambio de que la OCSS dejara de movilizarse.

A cambio de una camioneta y un salario mensual, Bartolo Guzmán se hizo gestor de Rubén Figueroa en Tepetixtla, concluyó.