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La parte más dura empieza ahora, coinciden mandatarios de todo el mundo

Pacto climático requiere de 16.5 billones de dólares en 15 años

Ningún acuerdo es perfecto, pero es la mejor oportunidad para salvar el planeta: Obama

Ambientalistas y académicos critican que no exista un mecanismo de sanciones a incumplidos

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Manifestación en Manila contra el acuerdo alcanzado en la COP21 para mantener por debajo de los 2 grados centígrados la temperatura del planeta, porque no existe algún castigo para el país que no cumpla con el control de sus emisiones de gases de efecto invernaderoFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Lunes 14 de diciembre de 2015, p. 32

París.

Mandatarios de todo el mundo celebraron este domingo el histórico acuerdo adoptado el sábado en la 21 Conferencia de la Organización de Naciones Unidas sobre Cambio Climático de París (COP21), pero recordaron que la parte más dura del trabajo empieza ahora.

Por lo pronto, el mundo necesitará invertir 16.5 billones de dólares en lo próximos 15 años para cumplir los ambiciosos compromisos pactados en el acuerdo de París, señaló la Agencia Internacional de Energía.

Seis años después del fracaso de Copenhague, 195 países lograron ponerse de acuerdo en la COP21 para detener el alza de la temperatura del planeta muy por debajo de los 2 grados Celsius (centígrados) y ayudar económicamente a los países más vulnerables a frenar el calentamiento global.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, estimó este domingo que el acuerdo es la mejor oportunidad que tenemos para salvar el único planeta que poseemos, aunque advirtió que ningún acuerdo es perfecto.

Obama dijo que no hay que ser complacientes, porque el problema no está resuelto, pero consideró que el acuerdo puede representar un punto de inflexión para el mundo.

La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, celebró el acuerdo, pero señaló que aún hay mucho por hacer.

Para China, principal emisor de gases de efecto invernadero del mundo, es un gran paso, pero el pacto es imperfecto, ya que se queda corto en el tema de financiación de una energía más limpia.

El papa Francisco se congratuló por el acuerdo, llamó a prestar especial atención a los más vulnerables y dijo que su aplicación exigirá un compromiso unánime y una generosa implicación de cada uno.

No hay ganadores ni perdedores en la conclusión del acuerdo de París. La justicia climática ganó y trabajamos todos para un futuro más verde, tuiteó el primer ministro indio, Narendra Modi, para quien el cambio climático sigue siendo un desafío.

Según investigaciones de la Agencia Internacional de Energía, el mundo necesitará invertir 16.5 billones de dólares en lo próximos 15 años si quiere alcanzar los ambiciosos objetivos del acuerdo de París.

La mayor parte del dinero será usada para sustituir el carbón y las estaciones de gasolina por fuentes libres de emisiones como las energías solar, eólica y nuclear.

Otra parte sustancial será usada para la cantidad de electricidad usada en hogares y empresas al tratar de incrementar su eficiencia energética, a través del desarrollo de electrodomésticos y procesos de manufactura más eficientes.

Para la segunda mitad de este siglo deberán eliminarse por completo las emisiones de carbono. Lograrlo requerirá que la emisiones producidas sean capturadas y desechadas o que sean compensadas por ejemplo, a través de plantar un vasto número de árboles.

Los países industrializados, responsables históricos del problema, deberán ayudar financieramente a los países en desarrollo y las naciones emergentes podrán participar también de forma voluntaria.

Los países en desarrollo recibirán un mínimo de 100 mil millones de dólares a partir de 2020, cifra que sería revisada a más tardar en 2025 para migrar a energías más limpias y protegerlos de los efectos del cambio climático.

Todos los países se comprometen, además, a controlar mutuamente sus planes de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (INDC), con revisiones cada cinco años a partir de 2023, pero deberán esforzarse más si quieren alcanzar el objetivo marcado, ya que las propuestas actuales sólo frenarían el calentamiento a 3 grados Celsius.

Según los científicos, rebasar los 2 grados Celsius provocaría cambios climáticos irreversibles.

Analistas comentan que si los firmantes del Acuerdo de París pretenden alcanzar la transformación climática que ofrecieron, se requiere que una gran cantidad del capital invertido en combustibles fósiles emigre hacia energías limpias.

Señalamientos de los académicos y grupos ambientalistas más críticos, advierten que el acuerdo no es vinculante, ya que no incluye algún mecanismo de sanciones por no cumplir con los INDC.

Además señalan que algunos plazos de tiempo de acciones para reducir las emisiones a cero para la segunda mitad del milenio, como la de plantar árboles, son vagos.

En cuanto al objetivo de reducir el calentamiento global a 1.5 grados Celsius, señalan que los ofrecimientos de cada país quedan cortos y que, aunque ya se determinó un sistema para verificar los INDC, existen dudas sobre qué tan eficazmente naciones emergentes como China cumplirán lo ofrecido.

Para empezar a ver cómo se traducirán las promesas de los líderes mundiales en el primer acuerdo universal contra el cambio climático, que conduzcan al retiro total de petróleo, gas y carbón hasta 2050, el próximo año se realizará la 22 Conferencia de la Organización de Naciones Unidas Sobre el Cambio Climático (COP22) en Marrakesch, Marruecos, donde está por inaugurarse a las puertas de desierto de Sáhara la primera fase del megaproyecto Noor, el mayor complejo de energía solar del mundo, con una capacidad total de producción de electricidad de 580 megavatios capaz de suministrar energía a un millón de hogares.