Al recibir el Premio Heberto Castillo de la Ciudad de México 2015 y el diploma Por una ciudad ConCiencia, el doctor Luis Fernando de la Peña Auerbach aseveró que este reconocimiento se veía empañado por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Es el presente, pues, un acto festivo. Resulta enturbiado, sin embargo, por el peso sobre nosotros de esos 43 futuros maestros desaparecidos, cuyo destino a más de un año de distancia todavía no ha sido aclarado ni debidamente castigados los culpables, externó al recibir el reconocimiento de manos del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa.

Ante los familiares de Heberto Castillo; de los secretarios de Ciencia, Tecnología e Innovación, René Drucker; de Movilidad, Héctor Serrano, y de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades, Rosa Icela Rodríguez, así como de Ifigenia Martínez, fundadora del PRD, y de Yoloxóchitl Bustamante, ex directora del IPN, reunidos en el patio del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, el investigador emérito del Instituto de Física de la UNAM remarcó que la suma de agravios pendientes a la sociedad y a su tejido es muy amplia.

La verdad sintética es que campean en nuestros lugares la impunidad, la corrupción, la pérdida de los más altos valores e intereses nacionales, a lo que se suma el desmantelamiento paso a paso de nuestra industria; la pobreza y la desigualdad extremas que se extienden día a día; el arribismo y la docilidad acrítica que se han convertido en mecanismos naturales y apreciados de ascenso, impulsado todo ello por la trágica decisión de poner el destino del país en manos de las fuerzas ciegas del mercado, expuso el galardonado.

Asimismo se refirió al fenómeno que afecta a miles de jóvenes que buscan labrarse un futuro, el cual ven truncado al no poder ingresar a las instituciones públicas de enseñanza superior. “Muchos de los cuales, advirtió De la Peña Auerbach, pasarán a engrosar las filas de los llamados ninis por la concurrente ausencia de fuentes de empleo, o peor aún, resultarán atrapados por el narcotráfico”.

Recordó que hace ya casi 15 años que el Gobierno del Distrito Federal fundó la Universidad Autónoma de la ciudad de México, que en su corta vida ha ayudado a reducir un tanto el número de estudiantes rechazados. Y planteó al mandatario capitalino construir dos o tres universidades más, bien equipadas, en zonas de escasa atención en lo educativo.