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Las barras de ambos equipos no respetaron el minuto de silencio

América y Pumas dividen puntos ante un pletórico estadio Azteca

Inusual operativo policiaco; revisaron autos para detectar explosivos

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Hachita Ludueña, Matías Britos e Ismael Sosa, autor del gol felino, durante el festejoFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Domingo 22 de noviembre de 2015, p. a14

Pumas cerró el torneo con el empate 1-1 ante América, en un pletórico estadio Azteca. El partido comenzó con la bandera francesa en el centro de la cancha y con un minuto de silencio que no respetaron las barras de ambos equipos.

Poco que perder para los dos equipos ya clasificados, pero con el orgullo deportivo y la rivalidad como acicate. Jugaron como si se disputaran el pase.

Las Águilas se adelantaron con gol de Rubens Sambueza al minuto 37 y por momentos se vieron más ofensivas. Pumas, líder inalcanzable, se levantó de la desventaja con más tesón que oportunidades. Eso y el toque hábil de Daniel Ludueña, quien organizó una jugada compleja que remató Ismael Sosa al 70.

Apenas se inició el partido y las escuadras se reorganizaron para dejar claro que la tarde de ayer era un asunto de dignidad deportiva. Sin embargo, el América buscó un poco más.

La prisa de los embates americanistas complicaban el regreso de Darío Verón a la zaga felina. La autoridad del paraguayo salvó a su equipo, se la quitó a Darío Benedetto cuando preparaba el tiro al arco, a Arroyo, a un metro de la portería y a Darwin Quintero afuera del área. El capitán de Pumas está de vuelta.

Por los auriazules, Eduardo Herrera, Fidel Martínez y Sosa no lograban acomodarse. Este último parecía que tenía la suya en un contragolpe veloz y, ante la reacción tardía de la defensa americanista, Osvaldo Martínez no encontró otro recurso que derribarlo. Los felinos reclamaron al árbitro.

Insistencia águila

Sin embargo, la insistencia del América encontró el punto débil del cuadro universitario. Al minuto 37 Quintero disparó desde el costado izquierdo y obligó a Alejandro Palacios a volar para rechazar el tiro.

La pelota quedó del lado derecho del área a merced de Sambueza, quien apenas la tocó para cruzar el envío ante un Pikolín incapaz de un segundo rechazo.

En el complemento, Pumas no parecía repuesto y América se le fue encima de inmediato. Arroyo estrelló un balón en el poste.

El entrenador de Pumas, Guillermo Vázquez, sacó a Alejandro Castro y puso a Ludueña. La apuesta no pudo ser más acertada y cuatro minutos después el argentino desplegó su astucia para leer la cancha.

En un mal despeje de Paul Aguilar la pelota terminó en los botines del Hachita, quien al 77 organizó una pared, recibió casi en la línea de gol y retrasó para que Sosa empujara el tanto del empate.

Pumas llegó a 35 puntos y América terminó con 28 unidades.

Al término del partido, Vázquez señaló: El equipo trabajó bien toda la temporada y esperemos que lo que reflejó en el torneo podamos mostrarlo en la liguilla.

De su lado, Ignacio Ambriz, técnico local, admitió: Me voy insatisfecho por el resultado. Por momentos jugamos bien, pero nos faltó la contundencia.

El autobús de Pumas se averió cuando el plantel estaba a punto de salir del hotel de concentración y por primera vez los felinos llegaron en camionetas al coloso de Santa Úrsula.

Ante las extremas medidas de seguridad en estadios de Europa, aquí se incrementó la vigilancia. Los autos que ingresaban al estacionamiento del Azteca fueron revisados por elementos de seguridad, quienes portaban instrumentos para detectar explosivos, así como policía canina.

No obstante, la violencia volvió a hacerse presente en el futbol mexicano, pues aficionados de Pumas golpearon a una familia americanista.

Luego del partido hubo 33 detenidos. De ellos 26 fueron presentados ante el juez cívico por reventa de boletos y siete al Ministerio Público por protagonizar una riña y disturbios.

De acuerdo con algunas versiones se informó que entre los detenidos había un joven que hirió a varias personas con un arma blanca. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición el presunto atacante no había sido presentado.

Para el cotejo, el jefe de la policía capitalina, Hiram Almeida Estrada, supervisó el operativo de seguridad y vialidad, en el que participaron alrededor de 4 mil 500 policías.

(Con información de Josefina Quintero)