En la pieza Pioesis de una liberación, el estudiante de séptimo semestre de artes plásticas en La Esmeralda Atzin Andrade plantea una metáfora del rigor del Estado y de la transformación que experimentó el año pasado luego de ser detenido durante la marcha del 20 de noviembre en el Zócalo, en apoyo a los normalistas de Ayotzinapa.

El estudiante comparte su testimonio y presentó su obra como parte de las actividades que ayer concluyeron en el Museo de la Ciudad de México, organizadas por el movimiento Arte y Cultura, que surgió precisamente en solidaridad con los 11 acusados de manera maliciosa por delitos que no cometieron.

Sufrí una transformación introspectiva dentro de la cárcel y después de todo lo que viví hace un año puedo afirmar que mi vida cambió y valoro sentirme libre. Me considero una persona con conciencia social (...) Vi que hay jóvenes en el penal que fueron absorbidos por el crimen por no contar con programas de cultura y educación en sus pueblos y terminan arruinando sus vidas, indicó Andrade, quien estuvo acompañado de Carlos Pichardo, egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica, uno de los 11 detenidos de manera arbitraria.

A un año de esos acontecimientos, Atzin Andrade recordó que el movimiento Arte y Cultura, integrado por alumnos de diversos centros de educación artística del país, realizó acciones contundentes que terminaron con una toma simbólica del Palacio de Bellas Artes, con propuestas de danza, música, teatro y artes visuales.

También expresó que la justicia del país está manipulada y hay incertidumbre en las nuevas generaciones.

Carlos Pichardo señaló que en el movimiento Arte y Cultura fueron los jóvenes quienes desde las trincheras del arte se manifestaron y sostuvo que ser joven significa no sólo ser un idealista, sino también un ser participativo y creador, consciente de lo que sucede en el entorno y que no puede estar ausente de los acontecimientos del país.

Como parte de las actividades del movimiento Arte y Cultura, Juan Carlos Flores, de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea, presentó ayer la co-reografía Colapso, mientras, el jueves, Ángel Ruiz escenificó Felices para siempre. También se exhibió la obra Pioesis de una liberación, de Andrade, así como Historiografía, exposición montada en la que participaron los jóvenes Betza Mee, Paulina Estrada, Osvaldo Lemus y Marco Aviña.