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La banda viene a México con altas expectativas, señala David Lovering en entrevista

Los Pixies prometen tocar como nunca en el Corona Capital

Será un gran show; sin duda tocamos mejor por nuestra bajista: ella lleva al grupo a otro nivel, considera el baterista

Están en la preproducción de un nuevo disco: tenemos 14 o 15 canciones

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Los Pixies se presentaron en la edición de 2010 del Corona CapitalFoto Roberto García Ortiz
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Viernes 20 de noviembre de 2015, p. 9

Los Pixies no sólo prometen, también tienen expectativas altas. En 2010 se presentaron por primera vez en México en el Corona Capital y ofrecieron un show memorable en el teatro Metropólitan un par de días después. El entusiasmo del público se les quedó grabado. La recepción fue maravillosa. La gente se la pasó muy bien en el show, así que buscamos la posibilidad de regresar. Considerando la respuesta que tuvimos aquella vez en la ciudad de México, estoy seguro de que será mejor, dice en entrevista David Lovering, baterista de la banda estadunidense, al referirse a su próxima presentación en la nueva edición del Festival Corona Capital, programada para el domingo 22.

Será un gran espectáculo, pues somos mucho mejores intérpretes ahora, mejores que cuando vinimos la vez anterior, comenta Lovering totalmente convencido, y explica: “No hay duda de que tocamos mejor, pero especialmente por nuestra bajista. Ella realmente llevó a un nuevo nivel a la banda, así que nos hace tocar mejor a todos; por eso verán un show mejor que cualquiera que hayamos hecho hasta ahora”.

Lovering se refiere a la argentina naturalizada estadunidense Paz Lenchantin, a quien reclutaron a finales de 2014 para ocupar el lugar que dejó Kim Deal y del que por un breve periodo se hizo cargo Kim Shattuck. Además de proyectos solistas y colaboraciones como invitada en álbumes de bandas como Queens of the Stone Age, Lenchantin fue bajista de A Perfect Circle y Zwan, proyecto de Billy Corgan, alterno a The Smashing Pumpkins. Definitivamente, asevera Dave, ella está haciendo que yo sea mejor, porque no quiero quedar avergonzado en el escenario por su culpa.

La actualidad

En 1993, luego de menos de 10 años, los Pixies anunciaron su separación. No obstante, 11 años después, en 2004, se volvieron a juntar. Todavía eran los mismos cuatro bostonianos que habían publicado cuatro álbumes excelsos entre 1988 y 1991: Frank Black, Kim Deal, Joey Santiago y David Lovering. El primer show que dieron tras su reunión fue en Coachella.

“Entre la gente vimos niños que ni siquiera habían nacido cuando formamos la banda, pero se sabían cada palabra de las canciones –cuenta David. Eso fue en 2004, y ahora esos chicos ya crecieron, y cuando estamos en un concierto sigue habiendo chavos de 14, 15 años entre la audiencia, que también se saben todas las letras de las canciones. Es maravilloso ver cómo se ha incrementado nuestra audiencia: hay adolescentes, niños y gente que nos ha seguido desde que empezamos a tocar.”

Muchas bandas han dicho que Pixies son su influencia principal. Para Dave, y cree que es igual para el resto de los miembros de la banda, eso no es importante ni implica ninguna responsabilidad. Realmente no me pongo a pensar si somos una gran banda que ha influenciado a muchas otras. Simplemente es lo que hacemos y está chido que a otros les guste. Estoy contento y complacido, y eso es suficiente para mí.

A Lovering le basta con plantarse en un escenario y tocar. Estoy muy contento por el éxito, porque volvemos a los conciertos, es maravilloso, es grandioso. Es algo que me encanta hacer; somos una banda afortunada.

–¿Qué te motiva a seguir haciendo música?

–Es puro gozo, es algo que podría hacer todo el tiempo. En la banda nos sentimos muy afortunados de hacer esto. Es lo que es. No nos sentimos cansados de salir de gira, de viajar y cosas de ésas. Al contrario, nos sentimos felices de que todavía tengamos una audiencia dispuesta a escucharnos.

–La forma en que se hace y se distribuye la música ha cambiado; incluso, ustedes han demostrado que se puede trabajar sin un gran sello discográfico que los respalde. ¿Qué piensan de todo esto?

–Es muy interesante, porque aunque siguen sonando las viejas bandas, todo está más disponible para las nuevas, que pueden recurrir a muchas formas de sacar su música. Creo que el punto sigue siendo el mismo: si eres una buena banda y tienes buena música, se va a notar, no importa donde estés, si tienes que viajar para mostrarla o estás tocando en tu casa. Estés donde estés, si tienes buena música la gente se va a dar cuenta. Sigue siendo lo mismo, sin importar las avenidas que tomes, si te respalda una disquera o si te promueves por ti mismo. Si eres bueno y tienes música buena, la gente te va a respaldar.

–¿Qué opinas de este concepto de la música indie?

–Cuando éramos jóvenes nos considerábamos una banda nueva, alternativa, indie a final de cuentas. Pero luego nos volvimos un poco más grandes que eso. Lo indie es una terminología que usan los chavos, y creo que esa terminología da cierta credibilidad o algo así, o por lo menos esa es la connotación.

–¿Están trabajando en material nuevo?

–Sí, de hecho, antes de que vayamos a la ciudad de México voy a trabajar en la preproducción de música nueva. Básicamente hicimos Indie Cindy (su disco de 2014) y esto es lo que sigue, porque supimos, al publicar ese disco, que todavía éramos una banda, por eso decidimos intentarlo de nuevo y comenzamos a trabajar en música nueva. Hasta ahora, puedo decirlo, tenemos 14 o 15 canciones, y quizá tengamos más cuando empecemos a grabar. Son canciones que me gustan mucho, incluso más que las de Indie Cindy. Estoy muy feliz. A la gente le gustará.

–¿Todavía vives regido por las drogas, el sexo y el rocanrol?

–No, ya no. No creo que importe que pertenezcas a una banda, simplemente es el proceso natural de crecer. Cuando eres joven experimentas con todo, y eso es natural en todos, no importa si tocas en una banda o no. Pero cuando te haces viejo te vuelves más sabio, y eso aplica para todos, no importa a qué te dediques. Eres más inteligente cuando eres más viejo y dejas el desenfreno.