La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) ha recibido durante los primeros siete meses de este año más solicitudes que en todo 2013 y, de acuerdo con esta evolución, superaría las de 2014.

Sin embargo, el nivel de aceptación de las peticiones de extranjeros en busca de la protección del Estado mexicano ha disminuido.

En 2013 recibió mil 296 solicitudes (40 por ciento presentadas por hondureños). Del total de peticiones aceptó 20 por ciento. Al año siguiente, aceptó 451, equivalentes a 21 por ciento.

Entre enero y julio del año en curso la Comar contabilizó mil 684 casos (45 por ciento de hondureños, grupo que encabeza la lista de interesados) y reconoció a 10 por ciento.

También hay aumento en los casos de niñas, niños y adolescentes no acompañados que presentan solicitud para recibir la protección total de México.

En 2013 fueron 59 menores en esta condición (37 de Honduras; nueve de El Salvador; cinco de Guatemala; seis de India; uno de Cuba, y otro de Camerún). Para 2014 el nivel llegó a 72 (42 de Honduras; 19 de El Salvador; ocho de Guatemala, y de Venezuela, Nicaragua y Haití, uno de cada país. En el lapso referido de 2015, el acumulado de menores solicitantes de refugio es de 73: 35 de Honduras; 32 de El Salvador, y seis de Guatemala.

La Comar clasifica los expedientes conforme a su evolución. En 2014, de un total de 2 mil 137 expedientes, 389 trámites fueron abandonados y 378 desistidos; mil 370 concluyeron su procedimiento y de éstos 451 fueron reconocidos como refugiados; 79 recibieron protección complementaria (se evita su repatriación, pero no tiene el estatus de refugiado) y 840 resultaron no reconocidos.

De enero a julio de este año la relación es la siguiente: mil 684 solicitantes, de los cuales 289 abandonaron el trámite y 227 se desistieron. De los mil 167 que concluyeron su procedimiento, fueron reconocidos 369; 46 recibieron protección complementaria; 752 no fueron reconocidos, y un caso sigue en trámite.

El alto número de desestimiento o abandono del trámite se podría relacionar, indicaron organizaciones civiles consultadas, con la complejidad del proceso, la falta de información para los migrantes y los escasos recursos de la Comar, dependiente de la Secretaría de Gobernación.

“Es claro el aumento en las solicitudes a la Comar por el avance de la violencia en los países de origen; el porcentaje de trámites abandonados es un asunto preocupante, porque tiene que ver con la complejidad del mismo procedimiento.

Es difícil decir si la Comar está haciendo correctamente la valoración de los casos; lo cierto es que ésta tiene pocos recursos y escasa presencia física en las estaciones migratorias, declaró Jose Knippen, investigadora de Fundar-Centro de Análisis e Investigación, que analiza políticas públicas.

Este organismo tendrá el año entrante menos recursos que en el actual –apenas 22 millones de pesos–, casi todos dedicado a la nómina de su personal.

No obstante, la ley le ordena brindar y/o gestionar a los refugiados servicios como regulación migratoria, servicios de salud, revalidación e ingreso a escuelas de educación básica; la obtención de documentos de identidad y viaje; capacitación para el trabajo; reunificación familiar, y naturalización.

Este año han sido reconocidos como refugiados 172 salvadoreños; 167 hondureños; ocho guatemaltecos; tres venezolanos; dos nicaragüenses; un indio; cinco ucranianos; dos turcos; uno de Ghana; dos iraquíes y un número igual de iraníes; así como un ciudadano de cada uno de estos países: República del Congo, Nigeria, Egipto y Somalia.