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La investigación científica a veces es frustrante y aburrida, dice el arqueólogo Cai Yanjun

En ocasiones, la búsqueda de la verdad no es nada romántica

El experto, quien integra parte del equipo que en días recientes encontró unos dientes que apuntan a una forma temprana del Homo sapiens, afirmó que la simple fe en encontrarla es lo que motiva

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Vista de la entrada a la cueva donde fueron encontrados algunos fósiles de dientes en Daoxian, provincia de Hunan, en el centro de China. El hallazgo, integrado por 47 piezas, apunta a una forma temprana del Homo sapiens moderno, que apareció en la región hace más de 80 mil añosFoto Xinhua
 
Periódico La Jornada
Viernes 23 de octubre de 2015, p. 2

Changsha.

Imaginar la vida de un ancestro basado en evidencias fósiles podría parecer una búsqueda romántica de algo, pero la investigación científica es una ardua labor y no tiene nada de romántica, dijo el arqueólogo Cai Yanjun.

Cai es uno de los más destacados paleontólogos de China y forma parte de un equipo que acaba de realizar algunos asombrosos avances en el estudio de los orígenes de los humanos modernos y de su dispersión primitiva.

En ocasiones, la ciencia es aburrida y frustrante, indicó, pero la búsqueda de la verdad y la simple fe en el hecho de que será encontrada es lo que motiva a todos los mejores científicos.

El equipo de Cai encontró unos dientes en una cueva de la provincia china central de Hunan, que apuntan a una forma temprana del Homo sapiens moderno que vivía en la región hace más de 80 mil años. De hecho, los 47 dientes podrían datar de hace 120 mil años y podrían ser los restos más antiguos de un humano totalmente moderno en el este de Asia. El equipo de la Academia de Ciencias de China publicó sus hallazgos en la edición de este mes de la revista Nature.

Los dientes encontrados en Daoxian son significativamente más pequeños que los de los humanos del pleistoceno medio y tardío, lo que indica que pertenecen a una época anterior. Sin embargo, la superficie de mordedura sencilla, las raíces cortas y delgadas y la forma de la corona son típicas de los humanos modernos.

Un gran aficionado

Yang Xiongxin alguna vez fue un simple obrero. Se describe como una persona sin una buena educación, sin conocimiento previo de la arqueología. Pero lo que es seguro es que ahora soy un aficionado a ella.

Yang solía realizar una labor manual sencilla como empleado de un banco y almacenista. Empezó a trabajar en el centro de gestión de reliquias culturales de Daoxian en 2006. Fue transferido al equipo de investigación en 2011 y, aunque no es científico, fue quien encontró el primer fósil. Al principio del proyecto nada fue encontrado tras días de excavación. Los científicos estaban hablando de cambiar de área de búsqueda cuando Yang habló: Hemos pasado mucho tiempo estableciendo el equipo en la cueva, por lo que digo que no podemos rendirnos y ya. Podría ser nada fácil encontrar una cueva similar en poco tiempo.

Yang propuso entrar en la cueva, donde había menos erosión por las decenas de miles de años de lluvia: Aunque era difícil excavar en el lugar que propuse, recuerdo muchos ejemplos en libros de descubrimientos en circunstancias similares.

El equipo actuó conforme al consejo de Yang y el primer fósil de diente humano apareció dos días después.

En octubre de 2011, Cai Yanjun tomó un vuelo de la ciudad de Xi’an, hogar del ejército de Terracota, una de las maravillas arqueológicas más espectaculares del mundo, para unirse al equipo de investigación.

Mientras otros miembros del equipo cavaban en la cueva, el papel de Cai fue básicamente llevar las pequeñas rocas al laboratorio para analizarlas. El laboratorio al que Cai llevó sus pequeñas rocas fue un destacado centro de datación por radioisótopos a escala mundial de la Universidad de Minnesota, pero las pruebas no fueron concluyentes.

Los fósiles que encontramos en la cueva ya eran importantes en el estudio de los primeros humanos, pero sería una gran lástima si no podíamos determinar su edad, dijo. Pero todo el arduo trabajo no resultó en vano cuando, en su tercer viaje a Estados Unidos, Cai finalmente descubrió algo valioso.

Nunca puedes saber demasiado

Los estudios anteriores, incluyendo la clásica hipótesis fuera de África, habían colocado a los humanos con características modernas en el este de Asia y Europa no antes de hace 50 mil años. Sin embargo, la datación con series de uranio, pruebas de carbono 14 y análisis de los animales de los alrededores determinaron que los fósiles de Cai tenían entre 80 y 120 mil años de antigüedad.

Este es un nuevo enfoque sobre la evolución de los humanos modernos, “pero no es lo suficiente para rechazar la hipótesis ‘fuera de África’”, añadió Cai.

Al ver en retrospectiva los últimos cinco años, el arqueólogo considera que un trabajo básicamente arduo y una actitud de nunca darse por vencido fueron las claves de su éxito.

Otro proyecto ya está en marcha en la provincia de Anhui. En el mundo científico, nunca puedes saber demasiado, finalizó.