México se ha quedado rezagado en la puesta en marcha de medidas antitabaco, aseguró Patricia Sosa, directora regional de Campaign for Tobacco-Free Kids, quien exhortó a las autoridades y a los legisladores a tomar cartas en el asunto y definir políticas más estrictas en materia de impuestos al tabaco, tamaño de pictogramas en las cajetillas y espacios 100 por ciento libres de humo de cigarro.

En el contexto del Encuentro de Organizaciones Sociales en Favor de la Salud Integral, Sosa detalló que en el continente americano el país está atrás en el tema del control del tabaco, pues 16 naciones ya han adoptado espacios 100 por ciento libres de humo y México no está entre ellos.

Indicó que mientras Argentina, Colombia y Brasil han aprobado medidas más contundentes en contra de estos productos, México no sigue ese camino, pese a que fue un país de vanguardia en el rubro, luego de que en 2003, durante la 56 Asamblea Mundial de la Salud, se definió el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) y fue el primero de América Latina en ratificarlo.

Detalló que México tiene una ley de publicidad parcial, cuando los mejores métodos son las de prohibición total, que incluyen todos los puntos de venta. Esto deja a la zaga a México. Además, no tiene la mejor práctica en mensajes de advertencia sanitaria y pictogramas en las cajetillas, porque éstos deben ocupar como mínimo 50 por ciento de ambas caras de los empaques.

Indicó que Uruguay tiene 80 por ciento de gráficas en ambas caras, y Jamaica tiene 60 por ciento. En la región casi todos los países tienen 50 por ciento, pero México tiene 30. Esta medida no es imposible de lograr, ya que decenas de países las han adoptado a escala global porque se ha documentado su efectividad.

Destacó que desplegar estas adecuaciones no cuesta nada, porque la misma industria tiene que pagar los mensajes, dado que es un requisito para comercializar su producto. Añadió que estas disposiciones son fáciles, de bajo costo y altamente efectivas.

Sosa estimó que la explicación a estas omisiones es la eventual existencia de algún tipo de acuerdo con la industria tabacalera, de parte principalmente del ministerio (secretaría) de economía mexicano, el cual tiene más influencia que los salubristas, que la ministra de salud (Mercedes Juan) y que Manuel Mondragón y Kalb, titular de la Comisión Nacional contra las Adicciones, el cual –dijo– está muy dispuesto a apoyar en estos aspectos.