Cultura
Ver día anteriorLunes 5 de octubre de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Muestra de 35 piezas que realizó mientras permanecía en cama tras una fractura

Introspección devuelve a Mario Martín del Campo al camino del dibujo

El artista se ubica en los géneros figurativo y realismo fantástico, y sueña con pintar abstracto, dice

Foto
Sobre estas líneas, Conciencia y Perro y Luna, dibujos que forman parte de la exhibición del artista jaliscienseFoto cortesía de la galería
 
Periódico La Jornada
Lunes 5 de octubre de 2015, p. 9

Artista figurativo, identificado con el realismo fantástico, Mario Martín del Campo (Guadalajara, 1945) sueña con pintar abstracto. Siempre empiezo manchando los papeles, cuya forma me dice algo; allí empiezo a trabajar. Además, vuelvo a caer en lo figurativo, expresa Martín del Campo con motivo de su exposición más reciente en la galería Juan Martín.

Dedicado al arte objeto y la escultura en plata desde hace algún tiempo, Introspección sorprende con 35 dibujos en diferentes técnicas. ¿La razón? El año pasado me fracturé tibia, peroné y talón, lo que me obligó a guardar cama mes y medio. Como no puedo estar sin hacer nada me propuse hacer un dibujo diario, acostadito, tipo Frida Kahlo. De allí que los dibujos son de pequeño formato, aunque dos, de tamaño mayor, fueron hechos cuando pudo levantarse.

Respecto de la forma, Martín del Campo quiso recopilar lo que hice hace muchos años; por eso hay dibujos muy clásicos y otros más sueltos. También se trató de recuperar mi dibujo de la luz en la línea, porque durante mucho tiempo me dediqué hacer arte objeto y escultura, joyería y grabado, técnica que hace a puro buril, herramienta que casi nadie maneja en México.

Acota: No me gusta el hiperrealismo, pero sí manejar la forma y las composiciones. Me gustan los espacios, aunque la mayoría de los dibujos son a la manera de retratos. Luego hay una línea más suelta, así como búsquedas de una expresión más contemporánea.

Entonces, el entrevistado retomó una serie de personajes clásicos, dibujados años atrás. “Por 1985 hice escenografías y vestuarios para cine, así como para óperas, como Don Giovanni y Falstaff, para el Instituto Nacional de Bellas Artes. Trabajé con Juan Ibáñez y Eduardo Mata. Me tocó conocer a Luis Buñuel, quien me decía: ‘Mario, los pordioseros son los mismos en el Renacimiento que en la actualidad. Para ellos no pasa la moda’. Se me quedó muy grabado; por eso a veces veo un personaje en la calle y es el mismo gorro, la misma vestimenta. Es un poco el juego que manejo.”

Reconoce, no obstante, que muchos de los personajes son parecidos porque es mi imagen, como autorretrato.

Martín del Campo también ha rescatado técnicas renacentistas: Me he preocupado por hacer tintas, grafitos y cosas de ese tipo, porque me interesa dar continuidad a esa escuela, ya que México es un país de grandes dibujantes: Hermenegildo Bustos, José Luis Cuevas, Francisco Corzas, Francisco Toledo... todos ellos.

Don Mario también pinta, aunque asegura no ser tan bueno como dibujante. Empiezo a dibujar y va fluyendo, hasta sale la imagen. Siempre busco la fluidez de la forma.

Su padre fue relojero, a la vez que dibujante, y su familia tenía talleres de joyería, así que siempre le llamó la atención esta actividad. De hecho, acaba de hacer una nueva pieza para la marca Tane. Asegura que el mexicano es artesano por naturaleza, lo cual hay que aprovechar.

La muestra Introspección permanecerá hasta el 17 de octubre en la galería Juan Martín (Dickens 33-B, en la colonia Polanco).