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Las Águilas dominaron el partido, pero el Guadalajara aprovechó las oportunidades

Chivas demuestra su química con Almeyda y vence al América

Seguidores rojiblancos mostraron una manta con el número 43 y cuando el partido llegó a ese minuto se escucharon gritos de ¡Justicia!

Duele mucho, no pudimos dar alegría a la afición: Ambriz

Foto
El americanista Paul Aguila intenta un remate de tijeraFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Domingo 27 de septiembre de 2015, p. a13

Con coraje, orgullo, mucho corazón y su comandante Omar Bravo al frente, Chivas se impuso 1-2 a un desteñido América. A pesar de jugar con 10 hombres durante casi una hora, tras la expulsión de Carlos Salcido, los rojiblancos demostraron que están haciendo excelente química con el técnico Matías Almeyda, quien suma tres triunfos al hilo (dos de liga y uno de copa).

Los aficionados de las Águilas habían anunciado que al minuto 43 expresarían su apoyo a los normalistas de Ayotzinapa, pero coincidió con el tiro de penal marcado a Osvaldo Martínez y sólo se escucharon algunos gritos de ¡Justicia!, mientras los seguidores del cuadro tapatío mostraron entre sus banderas una manta con el número 43.

“Palo, palo, palo bonito palo, eh; eh, eh, eh, nos los chingamos otra vez…” cantaron triunfales las barras del Guadalajara y hasta esa zona llegaron los jugadores del Rebaño para alzar los brazos y saludar a la gente.

El club de Coapa dominó ampliamente el partido, pero sus delanteros estuvieron erráticos en el remate final y extrañaron al suspendido Darío Benedetto. En cambio Chivas marcó en las únicas dos oportunidades claras que tuvo al frente.

Al minuto cinco, Andrés Andrade hizo honor a su apodo. El Rifle remitió un tiro que obligó al portero José Antonio Rodríguez a volar a la derecha para desviar.

Sin embargo, a pesar de que el rojiblanco Jorge Enríquez sufrió un descalabro y jugó la primera parte con la cabeza vendada, la velocidad del chiverío envolvió a los amarillos, que en un intento de salida cometieron la primera pifia grave.

Martínez, acosado por los rojiblancos, devolvió la pelota hacia el portero Moisés Muñoz, quien estaba distraído, como los zagueros Pablo Aguilar y Paolo Goltz; en contraste, Bravo, capitán del Guadalajara, traía las pilas a tope; corrió y entre los tres rivales aplicó un suave toque para encajar el 1-0.

Las embestidas del América obligaron a la visita a replegarse. Quintero estuvo cerca del gol con un remate de espaldas al marco, pero Toño Rodríguez se estiró al máximo para capturar la pelota; después Oribe Peralta hizo una media vuelta y ahí estuvo Oswaldo Alanís para tapar el tiro.

Cuando las Águilas atacaban con mayor intensidad, recibieron el segundo tanto. Raúl López avanzó por la izquierda y sacó un centro al área; ahí apareció el aguerrido Bravo, quien peinó el esférico para clavar el 2-0. El mochiteco corrió a festejar a la banca, mientras el técnico Almeyda volvió a dar indicaciones al portero Rodríguez.

Las porras locales habían advertido en las redes sociales que al minuto 43 también se manifestarían, pero curiosamente el cronómetro de las pantallas gigantes no funcionó.

Al 39 de acción fue expulsado el defensa Carlos Salcido por grave barrida por detrás sobre Quintero cuando el americanista encaraba a Rodríguez. El silbante marcó penal.

De nada sirvió al apoyo al portero: “Toño, Toño, olé, olé, olé…” le gritaban sus huestes, pero el disparo de Osvaldito resultó un auténtico cañonazo que casi perfora las redes y que decretó el 2-1 precisamente al 43 de acción. En medio de los gritos de gol se escucharon algunas exclamaciones de ¡Justicia-Justicia!

Peralta estuvo cerca del empate, pero sobre la línea de meta salvó el mismo Pereira con una vistosa palomita.

El alarido en las tribunas fue intenso cuando tras un pelotazo en el travesaño el Cepillo encajó la pelota en la meta, pero el silbante anuló por inexistente fuera de lugar. La enfurecida tribuna americanista lanzó cerveza al aire. La silbatina y mentadas para el nazareno fueron generalizadas.

Almeyda provocó la reacción de los seguidores del Rebaño. Una andanada de aplausos acompañó la salida de Bravo, quien sobre la postrimería del partido fue relevado por Michael Pérez.

Luego de un conato de bronca tras el pitazo final, que inició porque el portero Rodríguez fue a celebrar ante los porristas locales, el estadio Azteca fue pura celebración de los tapatíos que con el triunfo escalaron otro peldaño en la tabla de cocientes.

El entrenador Almeyda declaró: “Todos los clásicos son diferentes, éste tiene un plus y es que Chivas es México –el único extranjero soy yo, que no juego–. Esto le da muchísima felicidad a más de la mitad del país”.

Agradeció la entrega de sus jugadores. Dijo que estaba emocionado, me llena de orgullo poder dirigir este plantel. Ellos dieron un plus por toda la gente y el grupo, a eso le llamo humildad.

Resaltó el logro grande, pues sabemos que no es fácil dar un hombre de más a un equipo como el América, pero ellos interpretaron correcto, tácticamente se pararon bien y hasta ocasionamos contragolpes, Sólo tengo palabras de agradecimiento para este grupo.

Ambriz, en tanto, se dijo muy dolido por no haber podido dar alegría a su afición. Dos veces nos llegaron y dos veces anotaron, dijo lacónico y triste.

Con voz ronca, casi afónico, también destacó la entrega de sus jugadores, pero “lo único que no me gustó es que en cierto lapsos estuvimos precipitados y Chivas se cerró bien… Hoy el equipo no fue contundente.

“El primer gol fue un error en la salida, luego el equipo jugó muy apurado. Queríamos empatar y ellos nos hacen el 2-0. Omar siempre pica bien al primer palo, luego me dicen que fue gol bueno (el de Oribe tras remate en el travesaño)… Duele mucho, los aficionados no se van contentos, no fue posible darles alegría, todas las derrotas duelen, más un clásico.

Hoy el vestidor estaba dolido, todos con la cabeza gacha, pero el equipo no se va a caer. El martes contra León tenemos una revancha.