En el primer tiempo Pumas vació todo su arsenal, asestó los tres goles con los que venció a Veracruz y escaló a la cima del torneo. Después sólo hubo algunos intentos, pero sin la explosividad de los 45 minutos de inicio, que le sirvieron para mantener su predominio en Ciudad Universitaria, donde hasta el momento no han recibido ninguna anotación.

Veracruz parecía ralentizado, sin gracia ni fuerza, mientras enfrente el equipo universitario estaba entusiasmado, con jugadores que se deshacían pronto de la pelota y avanzaban con unos cuantos toques. La ofensiva de Pumas se entendía a la perfección: Ma-tías Britos y Fidel Martínez se adelantaban y combinaban como si estuvieran conectados por telepatía. La media cancha recuperaba pronto, con un Javier Cortés todoterreno que leía con rapidez el campo y daba salida.

Fidel Martínez envió pronto un aviso, al ganarle la espalda a Emmanuel García y meterse al área para encarar a Melitón Hernández, quien en un alarde de sangre fría aceptó el duelo y en un cara a cara le rechazó el disparo.

Enseguida regresó Martínez para recordarle al portero que esas suertes funcionan pocas veces. Esta vez decidió enviarla al corazón del área, donde Eduardo Herrera remató de media vuelta que se convirtió en el gol 3 mil de Pumas en Primera División.

Carlos Reinoso hizo una pataleta. No podía creer la complacencia de su defensores, que parecían no enterarse por dónde les llegaban los rivales. Permitían que gran número de auriazules les poblaran el área.

Media hora de juego y un disparo que rozó el poste de Melitón, el cual desató un nuevo arrebato de furia del entrenador Reinoso.

El asedio universitario culminó con una llegada de Ismael Sosa: un centro a la media luna que Matías Britos encajó con un zurdazo furioso.

Reinoso caminaba en su área y meneaba la cabeza. En ese momento, quizá, ya pensaba en cambiar a todo el equipo, como diría un par de horas más tarde.

Apenas trataban de recomponer el desastre y Pumas contragolpeó. Sosa le ganó la carrera con facilidad a Diego Chávez y enfiló al área, Melitón sin muchos recursos a los que apelar y derribó al jugador argentino. El árbitro no dudó en marcar un penal.

Herrera fue directo a recoger la pelota para cobrar el tiro. Quería otro tanto en ese primer tiempo vertiginoso. Lo convirtió con seguridad y al centro del arco de Melitón, a quien sólo le quedó levantarse para patear las redes de la portería con impotencia.

El descanso era una tregua para los del puerto y a los nervios de Reinoso. Al volver, Pumas todavía mostró algunos visos de querer aumentar la ventaja, pero esta vez le faltó precisión. Y con ese marcador terminaron por bajar el voltaje al ataque.

Aunque estuvieron cerca de que Javier Cortés anotara apenas habían puesto los pies en el segundo tiempo, con un disparo que pasó cerca del poste derecho.

Reinoso ya lo único que quería salvar era la dignidad del conjunto escualo y evitar una goleada más bochornosa. La defensa se convirtió en dos líneas, con cuatro hombres cada una.

La más clara que tuvo el visitante derivó en un gol anulado, luego de que en el cobro de un tiro de esquina, Édgar Andrade tocó con el antebrazo la pelota.

Pumas consiguió su victoria número cinco de manera consecutiva y sumó 18 puntos, que le permitieron subir al liderato, por una mejor diferencia de goles frente al León. Un privilegio que le provoca poco entusiasmo al entrenador Guillermo Vázquez.

Esto del liderato no me interesa; me importa que el equipo trabaja bien, dijo el entrenador.

Reinoso, en cambio, no ocultó su malestar y dijo que si hubiera podido habría cambiado a todo el equipo por la falta de actitud.

Trabajo para Veracruz y cuando veo que alguien no hace lo que se practica lo saco; no pude hacer 11 cambios, no me dejan, pero esto es de actitud, de ganas, de matarte, resaltó molesto.

No sólo calificó el primer tiempo como los peores 45 minutos que le han tocado dirigir, sino que advirtió que algunos de sus jugadores ya no volverán a su convocatoria. Uno de ellos es el chileno Fernando Meneses, que salió de cambio en los primeros minutos.

Si Meneses tiene esa actitud, conmigo no juega más, advirtió.

De este equipo que inició, tres o cuatro no van a jugar y va a ser difícil que vuelvan a hacerlo conmigo.