Beirut.

El Estado Islámico (EI) secuestró el jueves a 230 civiles musulmanes y cristianos en la localidad siria de Qaryatain, en la provincia central de Homs, un día después de haber tomado el control de la ciudad, mientras el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) adoptó este viernes por unanimidad una resolución para identificar a los responsables de usar gas cloro y otras armas químicas en ataques en Siria.

Con base en el documento adoptado se creará un mecanismo para identificar y llevar ante la justicia a los autores de ese tipo de atentados. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y la Organización para la Prohibición de Armas Químicas deberán presentar propuestas al respecto en los próximos 20 días.

El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña, informó que el Estado Islámico plagió en Al Qaryatain a 170 sunitas y más de 60 cristianos acusados de colaboración con el régimen, durante una serie de registros en la ciudad.

Según el OSDH –que cuenta con una red de informantes en el terreno–, los yihadistas llevaban listas con los nombres de las personas que iban a raptar. Fuentes del gobierno sirio señalaron que entre los rehenes hay al menos 45 mujeres y 19 niños.

En Irak, el jefe del Parlamento, Salim al Juburi, confirmó que el EI ha ejecutado a más de 2 mil personas en Mosul y sus alrededores desde que conquistó, en junio de 2014, esta ciudad.

El Pentágono informó que se han llevado a cabo más de 5 mil 900 bombardeos contra el grupo en Irak y Siria durante el año de operaciones aéreas de la coalición internacional contra la organización extremista, que comenzaron el 8 de agosto de 2014.

El comandante estadunidense de la campaña aérea conjunta, el teniente general C.Q. Brown Jr., explicó que los ataques han reducido la capacidad de la milicia del EI para iniciar grandes ofensivas, pero los servicios secretos estadunidenses señalaron que el daño causado a los yihadistas –que han declarado un califato en territorios de Irak y Siria– es mínimo y la milicia sigue tan fuerte como hace un año.

Mientras, la rama de la red Al Qaeda en el subcontinente indio, Ansar al Islam, reivindicó en redes sociales el asesinato a machetazos de un bloguero defensor de la laicidad en Daca, cuarto asesinato de este tipo en Bangladesh en lo que va de año, y advirtió que habrá otros.