Chicago.

El Departamento de Policía de Chicago permitirá evaluaciones independientes a los procedimientos de detenciones y revisión de personas, que los críticos afirman se ejercen con más dureza contra personas de raza negra, según un acuerdo con la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) anunciado ayer.

El convenio hace un llamado a que haya mayor capacitación para los policías y mayor divulgación de casos de brutalidad contra minorías, como resultado de un informe realizado en el estado de Illinois por la ACLU, el cual concluyó que los oficiales de Chicago hostigan a miembros de minorías raciales, lo cual se comprobó en miles de casos de detención, interrogación y cateo.

Este acuerdo sin precedente con la ACLU es prueba del compromiso del Departamento de Policía de Chicago con la igualdad, el respeto y la transparencia, dijo el comisario Garry McCarthy.

Bajo el convenio, el ex juez federal Arlander Keys proporcionará dos veces al año reportes públicos de las capturas para investigar si la policía cumple los requerimientos legales. El plan entrará en vigor inmediatamente.

El informe halló más de 250 mil detenciones que no llevaron a ningún arresto, entre mayo y agosto de 2014. Personas de raza negra estuvieron involucradas en casi 75 por ciento de estas detenciones, a pesar de que forman la tercera parte de la población de la ciudad.

El Departamento de Policía de Chicago enfrenta una demanda federal presentada en abril y busca una denuncia colectiva. En esa querella seis residentes afroestadunidenses de Chicago acusaron que detenciones en la calle, registros e incautación ilegales violaron la Constitución.