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Dos partidos políticos aliados dejarán de formar parte del gobierno en el Congreso

La presidenta de Brasil descarta dimitir; soporto amenazas, dice

Asesinan a un periodista crítico mientras preparaba su programa radiofónico

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La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y el ex mandatario Luiz Inacio Lula da Silva, durante un acto con militantes del Partido del Trabajo en la ciudad de Sao Paulo. En éste, el antiguo gobernante condenó el ataque contra la sede del Instituto LulaFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Sábado 8 de agosto de 2015, p. 16

Brasilia.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien lucha por mantener el respaldo de sus aliados en la coalición de gobierno mientras enfrenta denuncias de manipular las cuentas fiscales, un posible juicio político y disminuyen vertiginosamente sus índices de aprobación en encuestas, afirmó este viernes que soportará amenazas y honrará la responsabilidad que le dieron los ciudadanos al ser electa mediante el voto, “que es la fuente de legitimidad de un gobierno democrático.

Soy una persona que soporta amenazas. Sobreviví a grandes amagos a mi vida. Una democracia respeta la elección directa del voto popular. Yo respeto la democracia de mi país, honraré el sufragio que me dieron, afirmó en referencia a los embates de la oposición para que deje el cargo antes de que finalice su mandato, en 2018.

Durante un acto de entrega de viviendas en el estado de Roraima, Rousseff sostuvo que se esforzará por garantizar la estabilidad política y trabajará sin descanso para ello. Si bien reconoció que la nación enfrenta dificultades, aseguró que ésta se encuentra más robusta que en años anteriores. Mencionó que las reservas internacionales superan 300 mil millones de dólares, por lo que no quebramos.

La presión sobre la mandataria se incrementó el jueves, luego de que los partidos Laborista Brasileño (PLB) y Democrático Laborista (PDL) anunciaron que dejarán de formar la base del gobierno en el Congreso, aunque no especificaron si harán lo mismo en el Senado, con el fin de mantener una postura independiente, sin cambiar a la oposición.

El diputado del PDL André Figueiredo indicó que la decisión se tomó tras las críticas que el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) hizo a su formación, que votó en contra de algunas medidas de ajuste fiscal propuestas por el gobierno.

El PLB dio una explicación similar. A partir de este momento, el grupo de diputados del PLB decide asumir una posición de independencia en relación con las votaciones y se reserva el derecho de sufragar y opinar como quiera, declaró el jefe de ese partido en la Cámara de Diputados, Jovair Arantes.

El ministro de Hacienda, Joaquim Levy, expresó su confianza en la capacidad de la presidenta para superar esta tormenta política y destacó las perspectivas de un plan de austeridad fiscal orientado a mantener el grado de inversión de Brasil. Las agencias calificadoras no están preocupadas por algo que es una llamarada pasajera, sino por el crecimiento, destacó.

Levy desestimó la posibilidad de que la presidenta sea sometida a juicio político. Es una hipótesis absolutamente remota (...) No veo nada que justifique el inicio de ese proceso.

Una grave recesión económica y un extendido escándalo de corrupción, que involucra a decenas de legisladores, han socavado la confianza en el liderazgo de Rousseff y aumentado los llamados públicos para su destitución, a sólo seis meses de iniciado su segundo mandato.

Estas tensiones políticas han arrastrado al real brasileño a su menor nivel en más de 12 años y generado advertencias sombrías de los grandes inversores. Además, el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística informó ayer que la inflación acumulada entre julio de 2014 y el mismo mes de este año fue de 9.56 por ciento, superior a la registrada en los 12 meses anteriores, cuando se situó en 8.89.

Levy buscó calmar los mercados y advirtió a los inversores que podrían perder mucho dinero por una eventual salida de Brasil, debido a preocupaciones por el ruido político.

Eduardo Cunha, presidente de la Cámara de Diputados y uno de los principales antagonistas de la mandataria, advirtió que el proceso de impugnación contra Rousseff podría remecer los pilares de la democracia del país, en un artículo publicado en el diario Folha de Sao Paulo.

Como presidente de la Cámara de Diputados, Cunha es responsable de abrir los procesos de impugnación. Su Partido del Movimiento Democrático Brasileño continúa dentro de la coalición de Rousseff y también controla la vicepresidencia y el Senado.

Cunha, por otro lado, está siendo investigado por supuestamente aceptar sobornos.

Por otro lado, el ex presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva fue aclamado ayer por cientos de militantes de su partido, el PT, que participaron en Sao Paulo en un acto de repudio al ataque perpetrado días atrás contra la sede del Instituto Lula. Asistieron al acto la presidenta Rousseff y varios ministros.

El político Gerson Camarotti señaló en su portal G1, del grupo Globo, que Lula podría ser nombrado ministro por Rousseff.

La nominación ocurriría en el contexto de una reforma ministerial que la presidenta estudia realizar, con el fin de salir de la crisis política.

En este contexto, un periodista crítico de la gestión pública fue asesinado el jueves de cinco tiros en el estudio donde preparaba su programa de radio en la ciudad de Camocim, estado de Ceará, crimen al que la policía atribuye motivos políticos.

Gleydson Carvalho fue ultimado cuando una persona ingresó al estudio bajo el argumento de que tenían que hacer un anuncio, por lo cual se les permitió la entrada. Enseguida el hombre abrió fuego y se dio a la fuga en una motocicleta junto con un cómplice, señaló el delegado policial Hebert Silva. El homicida, quien ya fue identificado, es buscado por las fuerzas de seguridad en una zona semidesértica cercana a la localidad de Camocim.