Estambul.

El presidente del Kurdistán autónomo iraquí, Masud Barzani, pidió a los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) abandonar la región para evitar que los bombardeos de Turquía contra los insurgentes causen víctimas civiles, luego de que unos 260 combatientes kurdos murieron y cientos resultaron heridos en una semana de ataques de la aviación turca contra sus bases.

La agencia oficial turca Anatolia señaló que Nurettin Demirtas, hermano del líder del pro kurdo Partido Democrático del Pueblo (HDP) de Turquía, Selahattin Demirtas, se encuentra entre los heridos.

Selahattin asegura que no tiene noticias de su hermano desde hace años e insiste en que el HDP no es el brazo político del PKK, como denuncia el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

Ankara lanzó el 24 de julio una guerra contra el terrorismo, el PKK y los combatientes del Estado Islámico en Siria. Pero los bombardeos se han concentrado en la guerrilla kurda y sólo tres han tenido como objetivo al yihadista EI. A su vez, el PKK ha multiplicado los ataques contra las fuerzas del orden turcas, de las cuales al menos 13 miembros han muerto, según fuentes oficiales turcas.

En un comunicado, Barzani señaló que el PKK debe mantener el campo de batalla fuera de la región del Kurdistán, de manera que los civiles no se conviertan en víctimas de esta guerra.

En tanto, en Kabul, el nuevo líder de los talibanes afganos, el mulá Ajtar Mansur, prometió en un mensaje de audio seguir adelante con la lucha que mantienen desde hace casi 14 años, al tiempo que llamó a la unidad de sus combatientes y a frenar las divisiones surgidas a raíz de la muerte de su predecesor, el mulá Omar.

Debemos mantener nuestra unidad, nuestro enemigo será feliz con nuestra separación, señaló quien dijo ser Mansur en una grabación. “Esta es una gran responsabilidad para nosotros. Esto no es el trabajo de una, dos o tres personas. Es responsabilidad de todos llevar a cabo la yihad hasta que se establezca el Estado islámico”, apuntó.

Responsables de los talibanes cuestionaron la designación de Mansur al asegurar que fue parcial y precipitada, mientras algunos critican la proximidad de Mansur con Pakistán.

Su nombramiento se realizó de forma apurada, en una reunión de la shura (consejo) de Quetta, órgano central de los talibanes, tras el anuncio sorpresa de la muerte del mulá Omar, en abril de 2013.

“Nuestro objetivo es aplicar la sharia (ley islámica) y la yihad continuará hasta que eso sea realidad”, dijo Mansur en su mensaje leído en pastún, el idioma más hablado en Pakistán y Afganistán.

Por otro lado, tres miembros de la familia del difunto Osama Bin Laden murieron al estrellarse el jet privado en que viajaban cerca del aeropuerto de Blackbushe, en el condado de Hampshire, al suroeste de Londres.

El embajador de Arabia Saudita en Gran Brtaña, Mohamed Bin Nawaf Bin Abdel-Aziz, expresó “su pésame a los hijos de Bin Laden y a los familiares después del accidente, pero no precisó la identidad de las víctimas. Según una fuente cercana a la familia y varios medios en Arabia Saudita, las víctimas son una madrastra de Osama bin Laden, Raja Hashim; una hermana, Sanaa; el marido de ésta, Zuhair Hashem, y el piloto, de nacionalidad jordana.