Una centuria de mujeres, belleza y glamur, pero vista desde los ojos de una historiadora del arte, es lo que depara Coming into Fashion: Un siglo de fotografía en Condé Nast. La exposición de más de 170 imágenes en blanco y negro y a color, realizadas por 80 maestros de la lente, desde Man Ray, Irving Penn y Diane Arbus hasta Helmut Newton y Mario Testino, fue inaugurada la noche del martes en el Museo Franz Mayer.

El neoyorquino Condé Montrose Nast (1873-1942) fundó en 1909 la empresa que posteriormente se conocería como Condé Nast Publicaciones, editora de revistas como Architectural Digest, The New Yorker, Vanity Fair y Vogue, que impulsaron la fotografía de sociales y moda desde sus inicios. Hasta principios de siglo pasado la moda se ilustraba con dibujos. En 1913, Baron Adolf de Meyer publicó su primera fotografía para Vogue, un retrato pictorialista que marcó las pautas para la fotografía de moda.

Nast siempre se empeñó en trabajar con los mejores fotógrafos, escritores y estilistas, y fue innovador en más de un sentido. Por ejemplo, en los años 30 del siglo pasado tuvo la idea de juntar las celebridades con la fotografía de moda, modalidad que permanece. Pidió a los fotógrafos de moda trasladarse a la meca del cine, y trabajar con las actrices de Hollywood, ya que ellas sabrían posar para la cámara.

Nathalie Herschdorfer, curadora de la exposición, expresó en rueda de prensa que las imágenes seleccionadas representan una pequeña porción de los archivos fotográficos de la editorial, que suman ocho millones, siete de las cuales están en Nueva York, un millón en Londres, y miles en otras ciudades en las que Condé Nast tiene revistas.

Ya que no es especialista en moda –proviene de la historia del arte y, en particular, la de la fotografía–, Herschdorfer seleccionó las imágenes con otra mirada: No me interesó tener un vestido Dior o una bolsa Chanel; sólo las veía como fotografías.

Construir un sueño

Le importó, sin embargo, dar una fuerza intemporal a la muestra: Quise seleccionar fotos fuertes, no sólo ligadas a un periodo específico, sino que hablan hoy a nuestros ojos. Aseguró que la fotografía de moda siempre es lo mismo: “Tienes un bello modelo, hermosa ropa y un bello ambiente, porque hay que construir un sueño. En la medida en que el fotógrafo pueda crear algo nuevo con los mismos elementos, ese es el desafío. Los fotógrafos incluidos en Coming into Fashion... fueron capaces de superar ese sistema para crear una nueva imagen”.

Portada de Glamour, de octubre de 1949, del fotógrafo Norman Parkinson.Foto Rumania Olivares

Dividida en cuatro secciones, en la primera, Los comienzos: 1911-1939, se ve fotografía de moda hecha en residencias, cuyas hermosas habitantes se quedaban en casa. En La edad de oro: 1940-1959, la mujer, siempre bella, es mucho más liberada, ya que sale, maneja, vuela y viaja. También hay más movimiento en las imágenes.

En esta evolución de la mujer en el siglo XX sigue La nueva ola: 1960-1979. Los años 60 tienen mucho más que ver con la juventud: “En esa época Vogue en su edición británica lanzó a jóvenes modelos en escenarios callejeros, haciendo locuras y bailando. Eran los tiempos del swinging London. Al poco tiempo la Vogue estadunidense atrajo ese espíritu. En los años 60 y 70 se empieza a ver una mujer mucho más sensual, que muestra su cuerpo en trajes de baño y se le retrata en el sol”.

Reconocimiento y renovación: 1980-2011 es el último núcleo: En los años 80 se impone una belleza más natural, al estilo californiano, es decir, uno sale y camina en la playa. Ya para los 90 hay una mezcla de todos estos géneros, pero también una mujer mucho más frágil. Aunque Herschdorfer no se enfocó en modelos específicos, incluyó un retrato hermoso de Kate Moss a los 18 años, que parece una toma informal.

Hoy día, resumió, las tomas informales conviven con las imágenes de mayor composición, escenificadas y manipuladas con Photoshop.

Coming into Fashion... incluye videos de Tim Walker, Solve Sundsbo y Emma Summerton, así como revistas de la época. El Museo Franz Mayer se ubica en avenida Hidalgo 45, Plaza de la Santa Veracruz, Centro.