El pasado fin de semana, sin aviso ni permiso, fue demolida la capilla del Santo Cristo, del siglo XVIII, en la localidad de Vicente Guerrero, municipio de San Pedro del Monte, Tlaxcala.

Las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) desconocen hasta el momento quiénes o por qué se cometió este acto de barbarie, que representa un hecho sin parangón que afecta el legado cultural de los mexicanos.

Así se expresó ayer Arturo Balandrano, coordinador nacional de Monumentos Históricos del INAH, ayer ante representantes de los medios de comunicación, junto con Raúl Delgado Lamas, director general de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), para fijar la posición de esas instituciones del ámbito cultural del gobierno federal. Ambos funcionarios reprobaron los hechos.

Balandrano informó que la demolición de la capilla de visita, bien inmueble propiedad de la nación, catalogada e inventariada en el Registro Público de la Propiedad Federal con folio real 15609, se consumó entre la tarde del sábado y el domingo pasados con maquinaria pesada.

Como se trata de un monumento histórico y la demolición está tipificada como delito federal, el INAH procedió ayer a interponer una denuncia penal ante el Ministerio Público de la Federación en Tlaxcala contra quien resulte responsable.

Por una investigación a fondo

Arturo Balandrano indicó que el INAH recibió una serie de denuncias a lo largo del lunes y martes, vía las redes sociales. Nuestra participación se inició con el descubrimiento de este hecho por un integrante del personal del INAH, que pasó por la localidad y se dio cuenta de que ya habían demolido el templo.

Agregó que la zona donde se ubicaba ese momento está en poder de la comunidad y que el INAH no ha hecho presencia formal ahí, aunque sí lograron captar imágenes que muestran que nada quedó de la capilla.

El lunes, personal del INAH se presentó de manera discreta en el lugar, pues no había condiciones para su seguridad, dijo Delgado.

La finalidad de la denuncia penal, continuó el funcionario, es que se haga una investigación a fondo para tener todos los elementos que puedan fincar responsabilidades.

Balandrano manifestó la preocupación del instituto por saber dónde están resguardados los monumentos históricos muebles que tenía la capilla, porque allí se adoraba a la imagen del inmaculado señor Cristo, un crucifijo de valor histórico, así como otros elementos de arte sacro.

Reiteró no entender por qué una comunidad eminentemente católica y que profesa tradicionalmente los ritos de la religión católica haya cometido este acto de barbarie.

En la medida en que la demolición se realizó de manera intempestiva y el INAH no se enteró hasta el lunes por la tarde, ya no pudimos hacer nada para defender la integridad del inmueble.

Raúl Delgado dijo que la capilla fue transformada con la marcha propia de los tiempos. En el siglo XX se le insertó la cúpula del presbiterio.

Además se construyó un nuevo templo a un lado, con mayor capacidad, pero cumpliendo con las disposiciones normativas federales. Hasta el pasado fin de semana ambas edificaciones convivían de manera respetuosa.

El titular de Sitios y Monumentos del Conaculta dijo que, con el INAH, trabajan de manera coordinada para esclarecer los hechos.