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A la Mitad del Foro

Del régimen fragmentado

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Extraño montaje mediático para la reivindicación de la rectoría del estado de Oaxaca sobre la educación. En la imagen, ayer cerca de 4 mil profesores de la CNTE –encabezados por el dirigente de la sección 22, Rubén Núñez– e integrantes de organizaciones sociales hicieron una marcha por la capital oaxaqueña, la cual fue vigilada por cuatro helicópteros, tres de la Policía Federal y uno del EjércitoFoto Jorge A. Pérez Alfonso
C

on un montaje mediático digno de las memorias del porvenir, se presentó en Oaxaca la reivindicación del poder, de la pasión de mandar, en contraste melancólico con la obsesión conciliadora tras la que se ocultaba la debilidad del gobernador de Oaxaca en turno. Gabino Cué Monteagudo anunció el decreto mediante el cual desaparecía el Ieepo, fuente del poder que da y quita, de la capacidad de asignar fondos o desfondar a la educación de la tierra de Juárez y de atemorizar al distante y ausente gobierno central... con el petate del muerto.

En la era del desdén por el poder constituido y la fascinación con los dimes y diretes de las redes sociales, el espectáculo oaxaqueño superó el brillo de la Guelaguetza y por un instante tendió un velo piadoso sobre el maltrato y peor pago del gobierno estatal y la CNTE a Toledo, el abanderado renacentista, defensor del arte y del medio ambiente, de lo que ha sido y debiera seguir siendo Oaxaca. El dinero se impone y la construcción destructora y contaminante no se detiene en las arboladas alturas dominantes de la ciudad capital en el Valle de Oaxaca. Pero la presencia de Emilio Chuayffet era prueba definitiva de que el Poder Ejecutivo de la Unión había resuelto privar a los líderes de la sección 22 del mando administrativo sobre la educación en el estado y, sobre todo, del poder del dinero, la varita mágica de todos los aprendices de brujo que en el mundo han sido.

Están de vacaciones, dijeron los defensores de la CNTE, los aliados por vocación sindicalista, junto a los que padecen infantilismo democrático con tintes izquierdistas. De los que se han beneficiado de la fuente de dinero, nada digo. Se acabó lo que se daba. De un lado y del otro. Porque a Gabino Cué lo arroparon en la sede de su presunto poder con la sobria y sombría presencia del vocero de la Presidencia de la República. Si acertaba el tuxpeño Jesús Reyes Heroles y efectivamente, lo que resiste, apoya, a Enrique Peña Nieto le hizo falta una acción, unas palabras de diputados locales, de dirigentes sociales, que resistieran el poder centralista para apoyar el acto de dominio, el rescate de la rectoría del Estado en la educación oaxaqueña y de la nación toda.

Y a Emilio Chuayffet, anunciar ahí mismo que se atendería la urgencia de dotar de agua, electricidad, pisos y techos firmes, así como de pupitres que sustituyeran las piedras en las que padecen los alumnos las horas de escuela. Retomar el propósito central del censo que se comprometió a llevar a cabo este gobierno desde el primero de diciembre de 2012.

Los dirigentes de la CNTE vieron llegada la hora de organizar una y mil marchas en Oaxaca, Michoacán, Guerrero; en Chiapas, territorio que hasta ahora han dominado, así como en estados como Veracruz, donde la incuria y la estulticia gubernamentales han convertido a los maestros en demandantes de atención no escuchada por quienes gobiernan con estilo neoconservador en la tierra de Heriberto Jara. Ahí, el gobernador Duarte corre el riesgo de despistarse con las voces de sicofantes que ya postulan para presidente del CEN del PRI al gobernador César Duarte de Chihuahua, promotor de sí mismo.

Extraño montaje mediático para la reivindicación de la rectoría del estado de Oaxaca sobre la educación. Para un acto de sentido común, bien expresado por Manlio Fabio Beltrones a los entrevistadores de banqueta: “Oaxaca no puede permanecer con los rezagos educativos que aún padece. Era necesario superar los graves problemas que se derivaron de la confusión de roles de la actividad magisterial, con las funciones administrativas que la reforma educativa demanda. (...) Los diputados del PRI nos sumamos al llamado al magisterio oaxaqueño para invitarlos a sumarse al cambio en favor de la niñez oaxaqueña, porque sin educación –lo sabemos todos– no hay solución a los problemas del país”.

Hay que hacer y rehacer escuelas, multiplicar las de tiempo completo, con dos comidas calientes y los libros de texto gratuitos. Educación pública, gratuita y laica, pero atenta a la dura y amarga desigualdad que impera, a la pobreza de más de 50 millones de mexicanos y la fragilidad en que viven más de 80 millones. Si el ejercicio del poder ha de ser algo más que detonador de disidencias radicales, ya envenenadas por los abusos de la confusión a que se refirió el sonorense Beltrones, ha de atender en primerísimo lugar a los niños y niñas que se han quedado sin recibir clases un imperdonable número de días del calendario escolar. Y al hambre que impide atender, aprender, lograr los objetivos de la educación de que hoy hablan todos.

Sin recursos materiales, fruto del control administrativo de la educación pública en Oaxaca, no logrará la sección 22 las movilizaciones masivas capaces de poner en jaque al gobierno federal, de restablecer su dominio sobre el gobierno del estado. La fórmula de marchar, demandar diálogo, llevar las soluciones propuestas a consulta de la asamblea y de la convención, dejó de funcionar al sentenciar Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación: Ya nada hay sobre la mesa de negociaciones. Pero siempre tendrán la fuerza suficiente para agitar y dar pretexto a los ambiciosos sirvientes de la oligarquía que hoy gobierna para revivir los gritos de alarma de quienes todavía creen que la disidencia es disolución social.

Por el momento, el PRI prepara el relevo de mando y organiza manifestación de apoyo, para arropar al presidente Enrique Peña Nieto, en medio del entusiasmo por los resultados favorables en los elecciones de medio sexenio. Sin que en las redes sociales y en el ámbito del descontento popular, se diluyan la desconfianza, el descrédito, la peligrosa tendencia a encumbrar actores criminales y contrastarlos con desaciertos, falta de credibilidad, errores ciertos o tropiezos insignificantes del titular del Poder Ejecutivo de la Unión. El sufragio efectivo y las alianzas electorales dieron la mayoría en la Cámara de Diputados. PRI-PVEM y Panal suman más de 50 por ciento de las curules, mayoría que no se había dado desde 1997.

Peña Nieto obtuvo lo que se propuso. Y con el golpe de mano oportuno y legal, a la fuente del poder y del dinero de la sección 22 en Oaxaca, exhibió capacidad para operar con eficacia política al amparo del menosprecio de críticos y oponentes que tanto le ha servido para alcanzar sus objetivos. Volvió el PRI al poder y está a prueba su capacidad de distinguir entre unidad y unanimidad, disciplina y sumisión. A la mitad del sexenio hacen futurismo los allegados a la Triada: lanzan al ruedo al canciller José Antonio Meade. Por eso lo hacen pandos, porque los ensillan chicos, decían los campiranos de a caballo. Olvidan que volvieron gracias a una coalición de gobernadores.

Y ahí habrá que volver a distinguir entre quienes llegaron por haber hecho escoleta desde abajo, organizar, movilizar, avanzar paso a paso dentro de la maquinaria partidista, como Alejandro Moreno Cárdenas, gobernador electo de Campeche, con 148 mil 169 votos a favor. En Cancún, turismo. Y en Chetumal también.

Pero hubo quienes aprovecharon la movilidad del sistema plural, como Manuel Velasco, quien ganó la quinta y los mangos en Chiapas, con registro verde y maquinaria tricolor. En Tuxtla Gutiérrez piden recuento voto por voto. Agitó el avispero María Elena Dorantes con Movimiento Ciudadano al borde de perder el registro. Dante Delgado que, como decía un viejo político chiapaneco, y todavía siguen votando...