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Esta adaptación libre a la obra de Beckett llega al Círculo Teatral

Esperando a Godot muestra el angustioso grito de la marginalidad: José Luis Cruz
 
Periódico La Jornada
Miércoles 22 de julio de 2015, p. a11

Esperando a Godot, de Samuel Beckett, está más vigente que nunca y es, por ello, pertinente su lectura y puesta en escena”, expresó en entrevista José Luis Cruz, quien dirige este montaje que se presenta los miércoles en el Círculo Teatral.

A los 18 años de edad, Cruz era un estudiante y se encontró con el texto de Beckett. Quedó absorto. Le sorprendió la profundidad y la pluma del escritor. Distancia de años, lo ha procesado y ahora ofrece una versión libre.

Actúan David Ostrosky (Estragón), Josafat Luna (Vladimir), Sergio Acosta (Pozzo), Evaristo Valverde (Lucky) y Andrea Acosta (Niño). Realmente se trata de una versión libérrima, en un montaje adaptado a un contexto cultural del capitalismo salvaje que estamos viviendo. Esta obra se escribió en los años 50 y se trata de un teatro de posguerra, existencialista, y nosotros le damos un contexto: el de la violencia que estamos viviendo, en donde no hay de dónde asirse. Es decir, el hombre ha quedado reducido a un objeto, a una cosa, en este ámbito marginal. Es un grito de- sesperado de la angustia que provoca esa marginalidad. Los personajes están en la última estancia del recorrido de la vida; tienen una enorme expectación de que llegue alguien del cual dependen para subsistir. Es una abstracción. Es inexistente. Para mí, Godot significa el tiempo, y es en ese devenir, en ese discurrir, donde los personajes se debaten por ese resquicio de esperanza que tiene el hombre para justificar su vida diaria. De eso trata esta puesta en escena.

Vuelven los existencialistas

Cruz estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes, donde entró en contacto con la obra Beckett. “Mi primer examen de actuación lo hice justamente con Estragón y me interné en la filosofía existencialista, sobre todo la sartreana, y a través de Jean Paul Sartre nos formamos y leímos textos de Camus, por ejemplo; esto, más la Escuela de Frankfurt. A partir de ahí fuimos construyendo y reconstruyendo los atajos para comprender al- go de la obra de Beckett, Ionesco... de los grande autores vanguardistas. También de Jean Genet, del que monté Los negros, y sobre todo de Antonin Artaud.

“Los existencialistas vuelven y se reposicionan, porque todas las sentencias, todo el análisis que hicieron, vienen a confirmarse por la decadencia y la devastación que el capitalismo salvaje ha provocado. Ese grito de angustia, plasmado en el cuadro de Münch, describe muy bien la etapa que estamos viviendo.

Por eso estoy con Sartre, quien combina el marxismo que se reivindica en este momento. Por ejemplo, en México con José Revueltas, de quien se rememora su vida y su obra en el centenario de su natalicio. Enrique González Rojo decía en un análisis sobre la obra de Revueltas que éste se vuelve mucho más actual. Hay obras que al paso del tiempo se recuperan, y así es como ahora reivindicamos a Beckett, quien es el más radical de todos.

Cruz vincula su trabajo como promotor cultural y su labor teatral. Voy del teatro a la promoción y aplico mi experiencia como promotor. El teatro en este momento es un acto de resistencia cultural. No va a morir porque se puede hacer en cualquier lado. Basta que haya un actor y un espectador. Es complejo, pero es tan necesario y esencial como eso.

Esperando a Godot se presenta en el Circulo Teatral, los miércoles a las 20:30 horas, en Veracruz 107, colonia Condesa.