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El director de la filarmónica rechaza que se deba a las críticas contra su gestión

La renuncia de Areán es parte del fortalecimiento de la OFCM

Abrir las puertas para que los músicos sean escuchados me da mucho gusto, expresa a La Jornada

Mi salida de la orquesta me parece muy lógica; no dejo una hoja en blanco, sino que haya continuidad institucional, afirma

Concluyen el segmento de primavera de la temporada 2015

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Integrantes de la Filarmónica de la Ciudad de México, el sábado 27 de junio, durante el concierto homenaje a Scriabin, que marcó el final del segmento de Primavera de su temporada 2015, con José Areán en el podio y el pianista Gonzalo Gutiérrez, solista invitadoFoto Rodrigo Arrazola/ Secretaría de Cultura
 
Periódico La Jornada
Miércoles 1º de julio de 2015, p. 4

El director artístico de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM), José Areán, anunció hace unas semanas su salida de la agrupación, tras cuatro años de trabajo ininterrumpido.

En entrevista con La Jornada, el músico señala que su renuncia no es de manera inmediata y aclara que forma parte de un proceso de fortalecimiento institucional de la orquesta y el fin de su ciclo al frente de ella, considerado de manera inicial para tres años.

Rechaza que la decisión responda a la serie de fuertes críticas que contra su gestión y capacidad profesional externaron varios músicos de la filarmónica capitalina durante una reunión a principios de junio con Eduardo Vázquez Martín, titular de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal.

Ese es uno de los cambios en la OFCM, que el pasado fin de semana concluyó el segmento de primavera de su temporada 2015 y ahora está de vacaciones.

Otra situación que se espera definir en las próximas semanas es el destino de la sede de la OFCM, pues hasta hoy las autoridades de la Secretaría de Cultura capitalina, de las cuales depende la filarmónica, todavía no han determinado de manera oficial si permanecerá en la sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli o se mudará a un nuevo recinto, aún por edificar.

Lastres y problemas añejos

José Areán anunció que dejaba la Filarmónica de la Ciudad de México horas después del encuentro de los músicos con el secretario de Cultura capitalino. Lo hizo de manera poco convencional y, al parecer, intempestiva, a través de sus cuentas en Facebook y Twitter, así como por mensajes de Whatsapp a algunos de los integrantes de la orquesta.

Según el director, cuando llegó a la OFCM se percató de una serie de lastres y añejas problemáticas que debían ser solucionados lo más pronto posible, entre las más urgentes, figuraban las de índole laboral. Por ejemplo, que los músicos no tenían plaza de base, sino de confianza, y que su sueldo generaba una pensión miserable.

Esos aspectos fueron resueltos por las actuales autoridades capitalinas de cultura, afirma, pues lograron que el salario de los integrantes de la orquesta se incrementara entre 90 y 150 por ciento de acuerdo con sus tabuladores.

Otro de las grandes problemas en la filarmónica, indica Areán, tiene que ver con sus bases de operación, las cuales no permiten su correcto funcionamiento.

Cuando llegué, me di cuenta de que eran inadecuadas. Había lagunas, contradicciones; lo más grave es que eran una imposición represiva tomada en un momento muy difícil de la orquesta, que prácticamente anulaba la participación de los músicos en cualquier decisión, explica.

En particular, considera que los integrantes de la filarmónica capitalina deben tener el derecho a participar en la elección de su director artístico, aunque en las actuales circunstancias es una decisión que compete única y exclusivamente al titular de la Secretaría de Cultura del Gobierno del DF.

Es un proceso que ya comenzó, de acuerdo con Areán, por lo cual considera absurdo mantenerse al frente de la OFCM, porque sería como proclamarse para seguir siendo su responsable artístico. Sin embargo, aclara que se quedará al frente de la misma hasta que sea designado el nuevo titular.

A mi llegada a la filarmónica me planteé estar tres años; ahora, este junio, cumplo cuatro y pensé que el momento se acercaba. Había que cerrar el ciclo y abordar el tema de la participación: ofrecer a la orquesta por primera vez en años que su voz se oyera, expresa.

Eso fue el motivo inicial de la reunión con el titular de la Secretaría de Cultura. La orquesta llevaba mucho tiempo sin ser escuchada, pero en esta administración lo ha sido y eso me da un gusto enorme. Por ello, al abrir las puertas para que estos procesos se institucionalicen, mi salida de la OFCM me parece muy lógica.

Será un proceso ejemplar

De acuerdo con el director José Areán, al darse a conocer que habrá un cambio y un nuevo proceso tenía que apresurar su renuncia formal, pero además la idea era hacerlo de manera innovadora y diferente de como se acostumbra en México.

Usualmente el director se va un día y ya no regresa; no existe un proceso de transición, lo cual es una pena, porque no hay continuidad en nuestras instituciones, dice.

“Vamos a conversar con la orquesta para consensuar el proceso de selección y el director saliente se queda allí y entrega la filarmónica tranquilamente. Si salgo no es dejar una hoja en blanco, sino que haya continuidad institucional.

Creo que va a ser un proceso ejemplar. No recuerdo que se haya hecho esto en nuestro país en ninguna orquesta y eso me da gran gusto. Además de los logros y la parte artística podemos realizar una transición tersa e institucional; eso sí es madurez.